Este verano murieron 71 personas como consecuencia de las elevadas temperaturas en la provincia de Pontevedra, según los datos que proporciona el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas y atribuible a temperatura (MoMo) del Centro Nacional de Epidemiología.
El peor mes está siendo agosto, con 27 fallecidos hasta el pasado domingo, mientras que en julio hubo 25 muertes y en junio fueron 19. Los médicos de Atención Primaria confirman esos efectos devastadores del calor en la salud.
El jefe del centro de salud de Teis, Luis López, explica que hay dos periodos del año, verano e invierno, que afectan especialmente a personas vulnerables, como los ancianos, los niños, los inmunodeprimidos y los enfermos crónicos que pueden descompensarse y requerir finalmente un ingreso hospitalario.
El mayor problema lo tienen, en su opinión, los ancianos y los niños que no tienen sensación de sed y se pueden deshidratar, mientras el resto de la población toma precauciones como beber más, ponerse a la sombra o no hacer ejercicio a pleno sol. En el caso de los niños, considera que están más protegidos porque padres y abuelos se ocupan de refrescarlos. En cambio, hay octogenarios y nonagenarios que se deterioran debido al calor, en algunas ocasiones con resultado de muerte. “A lo mejor te llama la mujer y te dice que el marido está raro, que no habla, y te das cuenta de que ella está igual o peor. Hay mucha gente que vive sola y que tiene ese problema”. Explica que en invierno ocurre algo parecido, en algunos hogares no tienen las condiciones adecuadas o no ponen la calefacción porque el precio de la energía subió. “Si no los visitas a domicilio no te das cuenta de la realidad”, apunta con pesar este médico de Teis.
Por otro lado, se refiere a los trabajadores al aire libre que pueden sufrir una insolación como sucedió en otras zonas de España y a jóvenes que corren bajo temperaturas extremas. “Hay que escapar de las horas de más calor, esto lo saben muy bien en Andalucía. Llega un momento en que estás sudando, te encuentras mal y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde". En Galicia se registró este verano algún caso de golpe de calor.
