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La agricultura sostenible viguesa gana reputación en Europa

Rafael Pereira y Salvador Ruiz, miembros del equipo de H2 Hydroponics.
photo_camera Rafael Pereira y Salvador Ruiz, miembros del equipo de H2 Hydroponics.

H2 Hydroponics es finalista en una feria por su sistema de cultivos eficientes sin agua

n n n El recurso más preciado en un futuro no muy lejano será el agua. En Vigo hemos experimentado dos sequías severas en la última década y en otras zonas del planeta la situación es aún más extrema. Con esta idea en mente, el vigués Rafael Pereira fundó en 2015 la empresa H2 Hydroponics, que creció gracias al apoyo de Vía Galicia, el programa de apoyo al emprendimiento de la Zona Franca de Vigo. Ofrece un sistema innovador de la conocida como agricultura hidropónica, que no emplea tierra y que, en el caso de esta empresa asentada en Porto do Molle, ahorra más de un 90% en comparación a los cultivos tradicionales.
Esta empresa viguesa de agricultura sostenible, como le gusta denominarla a Rafael, es finalista este año en los premios "Fruit Logistica Innovation Awards", donde compite con multinacionales y otras start-up.
Si bien como señala Pereira la gran noticia sería recibir el premio, el hecho de resultar nominado entre los finalistas muestra el prestigio que ya alcanza esta firma local, que actualmente exporta a 17 países de todo el mundo, tanto europeos como africanos o asiáticos.
El pasado 2017 fue un año intenso para Hydroponics, pues lograron la patente en España para su producto. También lograron entrar en una aceleradora vertical en San Francisco (EE UU) entre otros hitos que destaca la empresa.
El objetivo para este año será mejorar su modelo de negocio, con lo que Rafael Pereira prevé multiplicar por 5 la facturación de la empresa tras multiplicarse por 6 y por 4 en 2016 y 2017. La empresa cuenta actualmente con cuatro empleados.
Rafael Pereira explica que actualmente su marac es conocida por lo grandes proveedores de invernaderos, pues el sector en el que se han especializado "está en crecimiento" y cree que "llegó en el momento ideal y al sitio adecuado". 
El fundador señala que los países desarrollados son los principales consumidores de su producto, pues exige una importante inversión inicial. El invernadero hidropónico tiene una duración de entre 20 y 30 años, y los proyectos de diseño suelen establecer en diez años el periodo para amortizar la inversión. Arabia Saudí o Groenlandia son dos de los últimos sitios que han solicitado sus conocimientos para cultivar en situaciones climáticas extremas.
Dada la cada vez mayor escasez del agua, Rafael Pereira cree que los cultivos hidropónicos serán la forma de producción de agricultura normal en el futuro. Señala como ventajas la posibilida de usar tierras que aun siendo fértiles no están en buen estado por malos usos en el pasado (hongos o pesticidas), el ahorro de más de un 90% de agua o el reciclaje constante de los nutrientes. Además, Pereira explica que con la biotecnología será posible disponer "de fertilizantes 100% hidroecológicos".
El sistema de Hydroponics permite además mejorar la productividad, pues con un litro de agua se alimentan plantas hasta 7 veces más que en un cultivo tradicional de tierra.n

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