Año tras año, el traje se reinventa y convive con nosotras con el paso de los años. Innovación británica del siglo XIX, en su versión moderna, el traje tiene una historia de lo más curiosa porque era un atuendo reservado para la clase obrera. Fue Keir Hardie, como miembro miembro independiente del Parlamento Británico representando al Partido del Trabajo cuando irrumpió en el Parlamento vestido de semejante guisa suponiendo toda una revolución en su momento y convirtiéndose en el look por excelencia desde entonces.
En aquel entonces, la mujer solo llevaba pantalón cuando montaba a caballo, llevando una falda pantalón, bombachos para sus paseos en bicicleta o cuando se bañaba con sus polainas. Fue la propia Coco Chanel la que democratizó el pantalón y esta prenda trabajo, dándole un toque de lo más femenino y convirtiéndose en uña y esmalte para nosotras.
Cruzados, sin cruzar, con hombreras y con amplias hombreras, blazer largas, americanas cortas, blazer vestidos, smoking, pantalones anchos, con pernera campana, pitilleros... Y hasta llegó el llevar un traje con camiseta y como no con zapatillas deportivas, algo que puso muy de moda en el terreno hombre, Emilio Aragón cuando presentaba Vip Noche o en El gran juego de la Oca. Años después, no se podría imaginar que iba a ser la tendencia reina en Instagram.
En pleno siglo XXI, se ha reinventado más que nunca de la mano de Zara, la firma gallega, propone desde trajes de lentejuelas en rojo y va más allá proponiendo no llevar nada -sin camisa, ni camiseta- o un body de escote en V debajo e incluso metiéndote la chaqueta por dentro del pantalón o decorándolo con un vistoso collar. Estos looks que podían parecer muy de red carpet o más propia de celebritie llega a la calle. ¿Te atreverás?
