Un mensaje que llame la atención siempre cala más que una nota informativa. En un conocido restaurante de Vigo lo saben, y es lo que han hecho. En un local de Valadares advierten con clara ironía, tirando de la clásica retranca gallega, que los niños no deben corretear entre las mesas del comedor del restaurante.
"Todo aquel niño que esté sin supervisión paterna/materna en este bar pasará a ser propiedad del bar y será vendido como esclavo", anuncia en un cartel colgado en la puerta del restaurante como advertencia. El texto va acompañado del dibujo de un niño obediente y callado, sentado sobre un banco junto a un libro.
Con esta advertencia, el bar pretende que los más pequeños de la familia no molesten a los demás comensales ni a los trabajadores del restaurante. ¿Habrán conseguido que el mensaje cale entre los padres?