La IA, una herramienta vertebradora para lograr una economía circular

Los smartphones son la opción preferente de los españoles a la hora de entrar en internet.
photo_camera Imagen de archivo de un móvil.
La innovación basada en el software y en los avanzados sistemas dede gestión basada en algoritmos facilitará la transformación digital necesaria para crear un futuro sostenible

La inteligencia artificial será cada vez más importante para abordar la mayoría de los problemas de sostenibilidad medioambiental, como la biodiversidad, la energía, el transporte y la gestión de los agroecosistemas. De la misma manera, el uso de algoritmos y este tipo de sistemas de gestión inteligentes supondrán un ahorro de energía y de recursos informáticos, algo imprescindible para seguir avanzando en la integración digital de diferentes sectores.

Según los datos de la consultora tecnológica DXC Technology, en el sector agrario la IA puede aportar información y aumentar la automatización para mejorar la gestión medioambiental y detectar enfermedades y posibles infestaciones antes de que los cultivos o el ganado se vean amenazados. En España ya están en marcha proyectos para transformar el sector agrícola español mediante el análisis de datos y la IA que utilizan algoritmos para predecir con precisión los incendios forestales mediante la evaluación de fuentes de datos medioambientales recopilados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y otras entidades.

La integración de la IA en el equilibrio energético también será clave. La automatización y el análisis de datos pueden ayudar a gestionar las fuentes de energía descentralizadas, dirigir el exceso de electricidad y detectar posibles puntos débiles de la red. McKinsey & Company, consultora estratégica global, calcula que para 2026 la capacidad mundial de electricidad renovable aumentará más de un 80% con respecto a los niveles de 2020. Europa añadirá a la red unos 36 millones de activos de clase renovable, como paneles solares, vehículos eléctricos y almacenamiento de energía, en 2025, y 89 millones en 2030.

Por último, tanto la industria automovilística como los sistemas financieros se rediseñarán para consumir menos energía, gracias a un software más sostenible, algoritmos más eficientes y un mejor procesamiento de datos.

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