Salud mental, el gran lastre de los jóvenes tras el covid-19

Dos chicas pasan la tarde en un parque de Madrid.
photo_camera Dos chicas pasan la tarde en un parque de Madrid.
Un estudio revela que los asuntos que más preocupan son los salarios y la precariedad laboral

Un 24% de los jóvenes españoles dice tener problemas de salud mental con cierta o mucha frecuencia, lo que supone un incremento de hasta 18 puntos porcentuales con respecto a los años anteriores (8,6% en 2021 y 6,2% en 2019), según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de FAD con el apoyo de la Fundación Pfizer.

La investigación, titulada “Jóvenes en pleno desarrollo y crisis pandémica. Cómo miran al futuro” y presentada ayer en la sede de la FAD, en Madrid, se realizó consultando a 1.200 jóvenes de 15 a 29 años durante los meses de febrero y marzo de 2022 y arroja resultados sobre el impacto de la pandemia en la juventud española.

Una de las consecuencias más visibles de la crisis del covid-19, según el informe, fue el empeoramiento de la salud mental que destaca como uno de los aspectos en los que la pandemia impactó más negativamente, junto a la capacidad económica y el acceso al trabajo.

Así, el documento revela que el 66,8% de la juventud cree que la crisis del coronavirus tuvo un impacto negativo en la salud mental de las personas jóvenes. La aparición de pensamientos negativos es el indicador psicológico que más empeora: un 53,3% de los jóvenes encuestados dice tenerlos, porcentaje que aumenta hasta un 58,3% en el caso de las mujeres. Además, los jóvenes de 20 a 24 años son los que más declaran un aumento de la frecuencia de estos pensamientos.

 

Una brecha de género

Los autores del estudio advirtieron de que las mujeres ocupan la peor posición en todos los indicadores de tipo psicológico, una “brecha de género” que los autores del estudio achacan a las mayores responsabilidades de cuidado que recaen sobre ellas.

“Los cuidados es una responsabilidad que muchas veces cae sobre las mujeres y una pandemia genera un estrés muy alto en las mujeres que tienen que cuidar a los más pequeños y mayores generado problemáticas mayores”, explicó la directora técnica de Fundación FAD Juventud, Eulalia Alemany.

El estudio también revela que los problemas colectivos más importantes, según los jóvenes, son los salarios bajos (37,8%), la precariedad laboral (30,4%) y la dificultad para la emancipación (29,5%), seguidos por el paro (24,6%) y la falta de confianza que tiene la sociedad hacia los jóvenes (24,9%). 

Estos problemas los sienten de forma mucho más acuciante las mujeres que los hombres, confirmando, según los autores del estudio, que la pandemia tuvo un efecto más negativo en las chicas que en los chicos en lo que tiene que ver con la preocupación que poseen por el futuro.

 

El 26,6% piensa que la situación del país irá a peor en el futuro

En general, de los datos se desprende un panorama de pesimismo juvenil por un contexto de incertidumbre, aunque ligeramente a la baja. El 26,6% piensa que la situación del país irá a peor, porcentaje algo inferior cuando se pregunta sobre su situación personal (el 18,6% piensa que irá a peor en lo personal). 

Si bien, se percibe cierta reducción del pesimismo si se compara con las percepciones que había en el año 2020 y los jóvenes dicen sentirse afortunados por contar con el apoyo de familiares, amigos y pareja, ámbitos en los que se sienten más satisfechos. “Prácticamente todos entienden que la tabla de apoyo más importante en este tiempo es la familia que sigue siendo la institución más sólida a la que se acaban agarrando las personas”, subrayó el presidente de Fundación FAD Juventud, Ignacio Bayón. 

Por otro lado, la investigación pone de relieve que para casi un 60% de los encuestados considera que la pandemia tuvo un gran impacto y produjo cambios personales en ellos. El 55,7% tiene la percepción de que estos cambios serán permanentes y, con un porcentaje muy similar, que la dirección de estos cambios será positiva. 

Entre los cambios a mejor, apuntan que se sienten más conscientes de su vida y de lo que quieren (54,8%); que sus relaciones sociales mejoraron (43,2%) y que aumentó su sentido de la responsabilidad (42%). Mientras, entre los cambios a peor, citan el empeoramiento de hábitos (48,5%) o el empeoramiento de las relaciones con los demás (46,8%).

Te puede interesar