Realizan con éxito el primer trasplante de ojo del mundo

Eduardo Rodríguez, jefe del equipo médico, durante la intervención del trasplante de ojo.
photo_camera Eduardo Rodríguez, jefe del equipo médico, durante la intervención del trasplante de ojo.
El grupo de cirujanos de Nueva York no descarta que el paciente pueda llegar a recuperar la vista

Un grupo de cirujanos de Nueva York logró un nuevo hito médico al realizar el primer trasplante de un ojo completo a un ser humano. La técnica no tiene precedentes y supone un gran avance en la medicina, aunque el paciente no recuperó la vista. La operación fue realizada hace seis meses y, desde entonces, el ojo injertado mostró importantes avances de salud, con vasos sanguíneos que funcionan bien y una retina que muestra un prometedor aspecto. La intervención coincidió con un trasplante parcial de cara, según explicó ayer el equipo quirúrgico del centro NYU Langone Health.

“El mero hecho de que hayamos trasplantado un ojo es un gran paso adelante, algo en lo que se ha pensado durante siglos, pero nunca se había llevado a cabo”, afirmó el doctor Eduardo Rodríguez, el cual dirigió al equipo. 

Hasta ahora, los médicos sólo habían podido trasplantar la córnea, la capa transparente frontal del ojo. El receptor del ojo, Aaron James, es un veterano militar de Arkansas que sobrevivió a un accidente eléctrico de alto voltaje, el cual le destruyó el lado izquierdo de la cara, la nariz, la boca y el ojo izquierdo. La operación tuvo una duración de 21 horas e, inicialmente, los médicos solo pensaban incluir el globo ocular por motivos estéticos. “Si se produjera algún tipo de restauración de la visión sería maravilloso, pero el objetivo era que realizáramos la operación técnica y que el globo ocular sobreviviera”, añadió Rodríguez.

Nervio óptico

De momento, el ojo trasplantado no se comunica con el cerebro a través del nervio óptico. Para fomentar la curación de la conexión entre los nervios ópticos del donante y del receptor, los cirujanos tomaron células madre adultas de la médula ósea del donante y las inyectaron en el nervio óptico durante el trasplante, con la esperanza de que reemplazaran las células dañadas y protegieran el nervio. El trasplante de un globo ocular viable abre muchas posibilidades nuevas, aseguró Rodríguez, incluso si en este caso no se recupera la vista.

Recuperación

El trasplante de un globo ocular viable abre muchas nuevas posibilidades, aunque en este caso no se recupere la vista. De este hecho ya era consciente James, que había conservado la visión en el ojo derecho. Los médicos “no esperaban que funcionara en absoluto, y me lo dijeron desde el principio”, afirmó. “Les dije: ‘aunque yo no pueda ver, quizá al menos todos vosotros podáis aprender algo para ayudar a la próxima persona’. Así es como hay que empezar (...), espero que esto abra un nuevo camino”, dijo el paciente.

Aun así, Eduardo Rodríguez subrayó que James aún podría recuperar la vista en el ojo trasplantado. “No creo que nadie pueda afirmar que vaya a ver. Pero, del mismo modo, no pueden afirmar que no verá”, dijo.

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