Sociedad

Alberto Garlandini: "El cierre de museos es un peligro real"

Alberto Garlandini, presidente del Consejo Internacional de Museos.
photo_camera Alberto Garlandini, presidente del Consejo Internacional de Museos.
Según el presidente del Consejo Internacional los más pequeños tendrán muchos problemas

Es la primera vez en la historia que todos los museos del mundo cierran a la vez. El coronavirus ha logrado lo que parecía imposible, pero la crisis no ha terminado, los más pequeños, se enfrentan a una situación económica difícil, incluso al cierre y el resto deberán cambiar su modelo de negocio.
Este es el escenario que describe Alberto Garlandini que asumió hace unos meses la presidencia del International Council of Museums (ICOM),  en uno de los momentos más difíciles de la historia de la organización, que agrupa museos de todo el mundo.

¿Cómo ha afectado la pandemia a los museos?
La pandemia ha sido completamente disruptiva para la actividad de los museos. Es la primera vez que todos los museos del mundo han cerrado a la vez. Ahora están reabriendo, pero el problema es cómo. Para hacer frente a las medidas de distanciamiento, deberán cambiar completamente su organización. Tienen que implementar sistemas informáticos para redistribuir los visitantes. Pero el problema es que los visitantes todavía tienen miedo de entrar a los museos. Hay que transmitir que los museos siguen aquí, estamos abiertos, somos zonas seguras y queremos ser parte de nuestras comunidades. Nuestras principales preocupaciones ahora es volver a atraer a los visitantes en condiciones de seguridad, garantizar el empleo y asegurar la financiación.

¿Algunos museos se verán obligados a cerrar, sobre todo los más pequeños y privados?
Las encuestas que hemos realizado entre nuestros miembros con motivo de la pandemia muestran que un 30% de los museos temen cerrar, y esta crisis no ha acabado todavía. La situación es diferente en distintas partes del mundo. Los museos en África, Asia y países árabes y los privados son los que más temen que su actividad se vea afectados. 
Se trata de un peligro real. Queremos que los gobiernos tengan en cuenta la importancia de los museos, para que los apoyen. Los museos deberán cambiar su modelo de negocio, eso es seguro, pero necesitamos ayuda.

Las ayudas por parte de los Gobiernos, sobre en la UE, ha diferido dependiendo de cada país. ¿Por qué es importante que los museos reciban ayuda pública y esas partidas no se dediquen a otras áreas necesitadas, como sanidad? 
 El ICOM fue fundado en 1946 para hacer frente al desastre de la II Guerra Mundial. Los padres fundadores de esta organización la impulsaron junto a la UNESCO porque pensaban que los museos eran necesarios para crear un mundo mejor y aprender del pasado. Cuando acabe esta crisis ¿Alguien podrá decir que la hemos superado si los museos, librerías o los cines siguen cerrados? ¿Podremos decir que hemos superado la pandemia si en nuestras comunidades abren los bancos o los bares, pero no hay ningún tipo de actividad cultural? Sería un desastre, un país sin cultura no tiene futuro. La sostenibilidad de los museos es un tema fundamental, lo era ya antes de la pandemia, lo sigue siendo ahora.

¿Está el patrimonio en peligro?
 El patrimonio tangible no está en peligro. Los museos pueden sortear esta difícil situación, las colecciones están controladas. Pero el patrimonio histórico intangible ha sido golpeado con mucha dureza. Pensemos en el confinamiento, el distanciamiento social, y en cómo está afectando fuertemente a nuestras sociedades y a su costumbres, tradiciones, festivales o eventos religiosos. 

¿Cómo cree que afectara al empleo en los museos?
La gente que trabaja en los museos es también el museo. Reabrir un museo no es solo abrir las puertas, es estar activo.Muchos museos temen tener que reducir sus empleados por esta crisis y eso es una tragedia. Los empleados con una situación más frágil suelen ser los más jóvenes, encargados de los servicios de actividades o educación, con trabajos temporales. Sin ellos, los museos no pueden estar donde deben. No deben ser solo lugares de conservación sino también de participación, lugares de diálogo.
Los museos estatales tendrán menos problemas, al menos podrán pagar los salarios, pero los hay más pequeños, museos privados o regionales, y que se sustentan fundamentalmente con la llegada de visitantes, que se enfrentan a un momento difícil.

¿Cómo cree que afectará la caída del turismo en el futuro de los museos?
Los museos se han visto muy afectados por la caída del turismo, y no parece que la tendencia vaya a remontar. Pero el mapa de los museos también está polarizado, por un lado había museos que recibían millones de visitantes y por otro, los que recibían menos y de sus comunidades. Los millones de visitantes que nos visitaban generaban ingresos en nuestras comunidades, pero al mismo tiempo eran un gran peligro para las ciudades históricas y nuestro patrimonio cultural, como sucede en Venecia o Florencia. Tenemos que cambiar nuestro modelo de negocio y centrarnos en nuestras comunidades muchos más que en el pasado. La relación con las comunidades que nos rodean tiene que ser nuestra fortaleza.

Algunos museos habían llegado a un punto de saturación, estaban completamente masificados. ¿Esta puede ser también una oportunidad para que los ciudadanos recuperen sus museos?
Los grandes museos saturados de visitantes no era un experiencia gratificante. Esta es una oportunidad para construir un turismo más sostenible. Apostar menos por esos banales itinerarios turisticos y apoyar una nueva relación entre cada ciudadano y el patrimonio histórico de su país. Ese es el mejor regalo que los museos y el patrimonio pueden ofrecer ahora. Conocer nuestros museos y construir un futuro mejor.

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