El Vaticano abre juicio contra un cardenal por primera vez

El cardenal Angelo Becciu.
photo_camera El cardenal Angelo Becciu.
El italiano Angelo Becciu niega las acusaciones de malversación y afirma haber sido fiel al papa

El Tribunal del Vaticano abrió ayer por primera vez un juicio contra un cardenal, el italiano Angelo Becciu, hasta hace poco uno de los más poderosos de la Curia, por una serie de supuestas irregularidades financieras en la Secretaría de Estado de las que se declaró “inocente de toda acusación”. “Obediente al papa que me ha enviado a juicio, siempre he sido obediente al papa, que me ha encargado muchas misiones en la vida y que ha querido que fuera procesado. Estoy sereno, con la conciencia tranquila”, refirió el purpurado tras la vista.

El tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano celebró ayer la primera audiencia del juicio contra Becciu y otras nueve personas entre clérigos y laicos vinculados a la Secretaría de Estado, órgano de Gobierno, y financieros del ámbito internacional. Entre la lista de delitos figuran la estafa, abuso de autoridad, malversación, corrupción, blanqueo de capitales o apropiación indebida. Becciu afronta los de abuso de poder y peculado.

En el centro de las investigaciones, iniciadas en 2019, está la compraventa de un edificio en un lujoso barrio londinense cuajada de presuntas irregularidades, así como la gestión del Óbolo de San Pedro, que invierte los donativos de los fieles en obras de caridad.

Se trata de un proceso histórico por ser la primera vez que sienta en el banquillo del Vaticano a un cardenal, juzgado por jueces laicos, pues los hechos remontan a 2013, cuando él era sustituto de la Secretaría de Estado. Becciu, de 73 años, fue uno de los dos imputados que acudieron a la vista, además del que fuera su secretario, Mauro Carlino: “Los jueces sabrán ver los hechos y espero que reconozcan mi inocencia”, señaló el purpurado. La audiencia, presidida por el juez Giuseppe Pignatone, duró siete horas, estuvo dedicada a limar detalles procesales y se celebró en una sala de los Museos Vaticanos más amplia que la del tribunal.

EL ESCÁNDALO

En octubre de 2019 la prensa italiana publicó que los investigadores del Vaticano habían detectado “graves indicios” de corrupción entre responsables de la Santa Sede en la investigación en curso sobre supuestas irregularidades inmobiliarias. En noviembre de ese año, el papa reconoció en el vuelo de regreso a Japón, que hubo corrupción en la gestión de las finanzas vaticanas, en relación con el escándalo de las donaciones para el Óbolo de San Pedro, pero destacó que se había denunciado desde dentro y por tanto funcionaban los mecanismos de transparencia. Asimismo, en un gesto por dicha transparencia, el pasado sábado el Vaticano hacía públicas por primera vez las cuentas del organismo de Administración del Patrimonio de la Santa Sede. 

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