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Cuatro expresidentes de EEUU rechazan los métodos de Trump

Policías se arrodillan frente a los manifestantes que protestan contra la violencia racial en Atlanta.
photo_camera Policías se arrodillan frente a los manifestantes que protestan contra la violencia racial en Atlanta.
Tanto demócratas como republicanos se desmarcan de la violenta represión de las protestas 

n n nLa propuesta del presidente de EEUU Donald Trump de invocar  la Ley de la Insurrección para movilizar al Ejército para reprimir las protestas contra el fin del racismo y la brutalidad policial contra afroamericanos en todo el país, así como  su retórica incendiaria de los últimos días, convirtieron al mandatario en blanco de todas las iras. Todas estas manifestaciones y actitudes no gustaron ni en las filas de su propio partido, el repubicano, ni de los demócratas. Incluso salieron al paso cuatro expresidentes, que rechazaron el uso de militares e incluso se alinearon con las protestas.
Un ejemplo de ello es su antecesor, el afroamericano Barack Obama, alentó a los jóvenes a continuar para asegurarse de que producen cambios, y opinó que el movimiento refleja un "cambio de mentalidad" inédito en la historia del país.
El exmandatario agregó que "aunque algunas protestas se han visto empañadas por las acciones de una minoría enana que se implicó en violencia, la mayoría de los estadounidenses sigue pensando que las protestas están justificadas", algo que "no habría pasado hace 40 o 50 años". 
Obama evitó criticar directamente la gestión de las protestas del presidente Donald Trump y se centró en cambio en enviar un mensaje de esperanza para todos aquellos jóvenes que están indignados por el homicidio de George Floyd y de otros afroamericanos que han perdido las vidas a raíz de la violencia policial en los últimos años.

UN “fracaso sorprendente"
Por su parte el republicano George W. Bush aseguró mediante un comunicado que era "un fracaso sorprendente que muchos afroamericanos, especialmente hombres jóvenes, sean acosados y amenazados en su propio país. Es una fortaleza cuando los manifestantes, protegidos por la Policía responsable, marchan por un futuro mejor”, indicó.
El demócrata Bill Clinton se pregunta por qué en Estados Unidos se siguen sucediendo estos casos de racismo contra los afroamericanos. "Las personas con poder deben hacerse esta pregunta primero. Acepten algunas culpas y asuman más responsabilidad", indicó el expresidente.
Finalmente, el más veterano de los expresidentes, el también demócrata Jimmy Carter, pide una profunda reflexión sobre el sistema discriminatorio tan arraigado en el país sobre todo por parte de las clases más poderosas.  “Las personas con poder, privilegios y conciencia moral deben ponerse de pie y decir 'no más' a un sistema policial y de justicia racialmente discriminatorio y con disparidades económicas inmorales entre blancos y negros”, para finalizar apostillando que “necesitamos un gobierno tan bueno como su gente”, en clara referenciai al actual mandatario, aunque si mencionarlo directamente.
Las protestas se volvieron ahora hacia el presidente Trump después de que el lunes reclamase a los gobernadores mano dura contra los manifestantes, amenazase con utilizar el Ejército contra ellos y ordenase dispersar una protesta en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, para aparecer, biblia en mano una demostración de fuerza. "No tenéis vergüenza, en la Casa Blanca hay un racista", coreaban estos días los manifestantes.

La rodilla en tierra de los policías, entre el aplauso y el "gesto teatral"

 Con una rodilla en el suelo, rostros afligidos y gestos de disculpa. Así han tratado de pedir perdón un centenar de policías en EEUU durante la oleada de protestas tras el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un agente de Mineápolis. Las ciudades de Los Ángeles (California), Portland (Oregón), Miami (Florida), Santa Cruz (California), Nueva York, Des Moines (Iowa) y Washington D.C., entre otros lugares, han sido escenario de episodios de este tipo, en los que los agentes de policía han intentado solidarizarse con los manifestantes y protestar contra una violencia policial contra las minorías que parece endémica en este país. 
Este gesto, aplaudido por muchos por su simbología, también ha sido tachado de "insuficiente" y "teatral" por manifestantes y críticos de la policía, tanto en declaraciones a medios locales como en redes sociales.
Una de las imágenes más populares de las últimas horas la protagonizó el jefe del Departamento de Policía de Santa Cruz, Andrew Mills, blanco y uniformado, al arrodillarse al lado del alcalde de esa urbe, Justin Cummings, negro, durante una de las manifestaciones convocadas en esa ciudad, a unos 120 kilómetros (75 millas) al sur de San Francisco. 
En el otro extremo del país, en Nueva York, también se han vivido momentos de conexión entre los agentes de policía y los manifestantes, aunque algunos los han considerado "insuficientes".
El ahora famoso gesto fue iniciado en 2016 por Colin Kaepernick, exjugador de la liga profesional de fútbol americano (NFL), cuando decidió hacerlo para protestar contra la violencia policial mientras sonaba el himno.n

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