Hace ya seis años que se dio el primer paso por parte del Concello de Moaña con la contratación del levantamiento topográfico de la carretera de Berducedo, de titularidad provincial, con el fin de conseguir que los vecinos cediesen parte de sus fincas para entregarle los terrenos a la Diputación y que esta, como propietaria, ejecute una obra para mejorar la seguridad en el vial. Desde entonces, poco o nada ha cambiado.
En febrero de 2022 la asociación de vecinos de Berducedo-Piñeiro firmó un acuerdo con el gobierno local para que la entidad actuase como mediadora para lograr que los 180 propietarios afectados accediesen a firmar las cesiones. Incluso se celebraron charlas informativas en el barrio para aclarar dudas. Sin embargo, a día de hoy, la presidenta vecinal, Vanesa Ríos, desconoce los frutos de todo este trabajo. No sabe cuántos vecinos aceptaron esta cesión y si es posible ejecutar alguno de los tramos.
Plataforma única
El gobierno local trasladó a los afectados que el proyecto sería similar al de la EP-1104 en Abelendo, a la altura de O Casal, inaugurado apenas unos meses antes, con plataforma única. Según Ríos, esto fue lo que echó para atrás a muchos de los vecinos afectados, que no veían con buenos ojos que las aceras estuvieran al mismo nivel que la calzada. “Estaban dispuestos a retranquear sus parcelas, pero con la condición de que las aceras fuesen elevadas”, recordó la presidenta asegurando que, aun así, no saben finalmente cuántos acabaron firmando.
La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, preguntada por el estado de mejora de esta carretera provincial asegura que por parte del Concello no hay novedades y que están a la espera de una reunión con el nuevo gobierno de la Diputación de Pontevedra para conocer cuál es su propuesta para los viales de su competencia.
