En Galicia hay unos 12.000 cruceiros, pero el más alto del mundo está ahora en Estados Unidos. Hasta hace poco, Mondariz presumía de dicho registro y no podía imaginar que uno levantado fuera del territorio gallego le quitase el puesto. La ciudad de Miami viene de estrenar una réplica del cruceiro de Hío, en la península de O Morrazo, que alcanza los 8,79 metros, 31 centímetros más que el del Condado. Esta nueva inauguración abre el tramo del Camino Xacobeo de Las Américas a Santiago de Compostela.
El cruceiro de Miami, 'responsabilidad' de un vigués
Esta impresionante obra fue concebida, diseñada y transportada por el empresario y el presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos y Profesionales de Estados Unidos, José Manuel Brandariz. La escultura es obra del artista Santiago Besada.
El proceso de obtención de los permisos necesarios para su instalación llevó dos años y fue fundamental la colaboración de gallegos residentes en la ciudad de Florida, entre ellos Carlos Vasallo, Rodolfo Hinrichs, José Manuel Losada, el cubano de ascendencia gallega Alejandro Esperon y el arquitecto Lazaro Blanco.
La responsabilidad de la instalación recayó en Rodolfo Hinrichs, natural de Vigo y establecido en Miami, quien recibió apoyo de José Manuel Belsol, así como la colaboración logística de Vasallo y del comisario de la ciudad, Joe Carollo. A este equipo se unieron Juan José Casais y Roberto Llanes, siendo este último el encargado de llevar a cabo el traslado del cruceiro de Galicia a Miami.
Más de 50 gallegos de Miami ayudaron a costear la obra y toda la logística. Como reconocimiento, sus nombres están esculpidos en la base del cruceiro. La Xunta de Galicia también colaboró con los promotores de esta iniciativa, que esperan inaugurarla próximamente con la presencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Siete cruceiros desenclavados, el primero fuera de Galicia
Hay constancia de siete cruceiros desenclavados en el mundo. Cinco en la provincia de La Coruña. El sexto, el más famoso, en Hío, en la provincia de Pontevedra. Desde ahora, el séptimo, y el más alto del mundo, en Miami.
