Puigdemont abandona la cárcel de Cerdeña tras solo 24 horas detenido

Carles Puigdemont, tras salir de la cárcel de Sassari (Cerdeña) tras su detención el jueves.
photo_camera Carles Puigdemont, tras salir de la cárcel de Sassari (Cerdeña) tras su detención el jueves.
El expresident ironiza sobre su arresto y se burla del Estado: “España nunca pierde las oportunidades de hacer el ridículo”

El expresidente catalán Carles Puigdemont salió ayer de la cárcel de máxima seguridad en la que se encontraba en la isla de Cerdeña, donde el jueves fue detenido al bajar de un avión en el aeropuerto de Alguer por una orden del Tribunal Supremo español, y según decidía el Tribunal de Apelación de Sassari.

Puigdemont salió de la prisión pasadas las 17.00 horas locales, rodeado de un grupo de independentistas de Cerdeña que coreaba su nombre y la palabra “independencia” mientras cantaban canciones catalanas y ondeaban banderas de Cataluña y sardas.

Rodeado de periodistas, el expresident dijo que se encuentra “muy bien”, ironizó sobre el hecho de que haya salido libre, “España no pierde nunca las oportunidades de hacer el ridículo” -dijo- y añadió que la “decisión” del Tribunal de la Unión Europea sobre su libertad de movimientos por territorio europeo, en su condición de eurodiputado, era “clarísima”.

Su abogado en Italia, Agostinangelo Marras, afirmó que la jueza no pidió medidas cautelares contra el expresident catalán y que tampoco le ha impuesto restricciones de movilidad.

“Esta era la primera fase, la audiencia por la convalidación de la detención y la aplicación o no de medidas cautelares. Después la Corte tendrá que decidir si existen las razones para que el presidente Puigdemont sea entregado o no”, añadió.

Una primera vista para analizar la situación del expresidente catalán se ha fijado para el 4 de octubre y Puigdemont acudirá, según Marras. El abogado aseguró que el juez italiano preguntó a Puigdemont si tiene intención de ir a España o no y “él dijo que no”.

Sin poder de decisión

Se había desplazado de Bruselas a Cerdeña para participar en un encuentro internacional organizado por la asociación Adifolk, junto con otras personalidades como la consellera de Acción Exterior de la Generalitat, Victoria Alsina.

Alsina pidió que la Unión Europea “no mire a otro lado” y ayude a mediar en la situación actual, y confió en que “ la Justicia italiana estará al lado de la Justicia europea, al igual que lo estuvieron en su momento Alemania y Bélgica, y en este sentido lo que queremos es que este malentendido se resuelva lo antes posible”.

Un grupo de independentistas de Cerdeña se concentraron frente al Tribunal de Sassari para protestar por la detención del expresidente catalán y pedir al Parlamento europeo que devuelva la inmunidad a los europarlamentarios catalanes.

El ministerio de Justicia de Italia precisó que no tiene ningún poder de decisión tanto en el arresto como en la posible entrega del expresidente Puigdemont a España, ya que se trata de una euroorden y por tanto es un procedimiento diferente al de una extradición.

Por su parte, el subsecretario Franco Gabrielli señaló que “había una orden de arresto europea” e Italia tenía que “respetarla”, tras las críticas de por qué Puigdemont pudo ir recientemente a Francia sin que ocurriera nada pero en Italia ha sido llevado a prisión durante unas horas.

Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, atribuyó la detención en Italia a que “alguien ha sobremotivado a los policías del aeropuerto de Cerdeña” y a una suerte de engaño de la justicia española al Tribunal General de la Unión Europea.

Feijóo: “Detener a un prófugo es algo completamente normal” 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, antes de que se produjera la salida de la cárcel de Puigdemont, argumentaba que era una “buena noticia” su detención, y esperaba que las autoridades judiciales italianas respetaran a la justicia española y, por lo tanto, el político independentista sea enviado a España. “Ningún ciudadano, por mucha relevancia política que pueda tener, puede saltarse la justicia y tener privilegios”, avisó.

“Creo que detener a un prófugo es lo normal. Detener a una persona que está declarada prófuga por un tribunal como el Supremo, es lo normal”, incidió.

A renglón seguido, ha esgrimido que lo que es “excepcional” es que “pueda haber un prófugo, (declarado) por un país democrático de la Unión Europea, que pueda estar predicando contra las instituciones democráticas españolas, contra la justicia española y, además, lo pueda hacer con sueldo, coche y secretaria”.

Feijóo ha calificado de “muy sorprendente” que se pueda dar esta situación en relación a “un país democrático” y a “la Unión Europea”. “Por lo tanto, espero que las autoridades judiciales italianas actúen en consecuencia y que respeten la independencia de la justicia en España y las competencias propias de un estado miembro como es España”, esgrimía. Para el presidente autonómico, “ningún ciudadano puede saltarse la justicia y tener privilegios” frente a ciudadanos que no tengan su “relevancia política”.

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