El Gobierno critica la falta de explicaciones del rey emérito

El rey Juan Carlos embarca en un avión privado en el aeropuerto de Peinador de Vigo para dirigirse a Madrid
photo_camera El rey Juan Carlos embarca en un avión privado en el aeropuerto de Peinador de Vigo para dirigirse a Madrid.
Isabel Rodríguez afirma que perdió la oportunidad de pedir perdón por sus actos “nada éticos”

El Gobierno reprochó ayer a Juan Carlos I que culmine su primer viaje a España después de dos años sin haber dado explicaciones sobre sus actos “nada éticos, ni ejemplares”, y por no haber sido “más cuidadoso” durante los días que ha estado en Sanxenxo (Pontevedra) de regatas. El malestar del Ejecutivo lo verbalizó la portavoz , Isabel Rodríguez, después de que don Juan Carlos dejara entrever que no piensa rendir cuentas por lo hecho en los últimos años y por la manera cómo manejó su dinero en el extranjero a espaldas de Hacienda.

“¿Explicaciones, de qué?”, espetó el anterior jefe del Estado el domingo, al ser preguntado por los medios en Sanxenxo, donde se hospedó desde el pasado jueves en el chalé de su amigo de la vela Pedro Campos. El emérito voló ayer desde Vigo a Madrid para reencontrarse en el Palacio de la Zarzuela con Felipe VI, la reina Sofía y otros familiares como colofón a su viaje a España. A su llegada al recinto de la Zarzuela, a las 10.00 horas, no hizo declaraciones y se limitó a saludar con la mano al medio centenar de personas que le mostraron su apoyo con vítores y banderas de España.

Rodríguez lamentó que haya perdido la oportunidad de pedir perdón y dar explicaciones públicas por sus actos “nada éticos, ni ejemplares” y que debería haber sido “más cuidadoso” en esta visita. “Debía haber aprovechado esta presencia y esta visita, con esta dimensión pública de publicidad, para dar cuenta de aquellas acciones que hemos conocido y que no son compatibles con la ejemplaridad y transparencia de una institución como la Casa del Rey”, afirmó Rodríguez.

Daño a la imagen del Rey

A su juicio, la manera en que planteó su viaje a España “daña sin duda la imagen del rey Juan Carlos”. 

A la portavoz del Ejecutivo se sumó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien consideró “ineludible” que el rey emérito se explique por unos hechos “muy graves”, tras recordar que en su primer viaje a España lo dedicó a “salir al mar y a una barbacoa”, a lo que añadió que espera que las dé “en breve”.

Para la titular de Asuntos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, “el problema no es que el rey emérito haga bromas sobre las explicaciones que tiene o no tiene que dar”, sino “que puede hacerlo porque goza de impunidad y cualquier que ostente el cargo puede volverlo a hacer”. “El horizonte republicano es la única salida”, añadió Belarra en un tuit. 

Otra de las voces del Gobierno que se unieron a las críticas fue la del titular de Consumo, Alberto Garzón, para quien Juan Carlos I “tiene una responsabilidad como mínimo ética, no solo legal” con los españoles. “Estamos ante una expresión muy clara de lo que fue su impunidad en su reinado”, señaló.

Juan Carlos I vuelve a pisar la Zarzuela para ver al rey

Juan Carlos I llegó ayer al Palacio de la Zarzuela pasadas las 10.00 horas para reencontrarse con su hijo, Felipe VI, con la reina Sofía y otros miembros de la familia en lo que la Casa Real considera un acto privado. Don Juan Carlos, con americana y corbata, llegó a bordo de un vehículo gris sentado en el asiento del copiloto, escoltado por otro coche de seguridad. Alrededor de medio centenar de personas con banderas españolas ha recibido al emérito al acceso principal al recinto del palacio para mostrarle su cariño. “¡Viva el rey!”, le corearon, a lo que el emérito respondió saludando con la mano y con una sonrisa.

Tras pernoctar en la localidad gallega en la casa de su amigo Pedro Campos, el rey emérito voló desde Vigo al aeropuerto de Barajas en el mismo avión privado que le trasladó el pasado jueves desde Abu Dabi. Don Juan Carlos estuvo unas horas en la Zarzuela, donde comió con la familia, y por la tarde emprendió el viaje de regreso al emirato, puesto que el Gobierno y la Casa del Rey no aceptan que duerma en la que fue su residencia durante 57 años.

Después de dos años de distanciamiento, el anterior jefe del Estado aseguró el domingo que tiene “muchísimas” ganas de ver a su hijo y espera “muchos abrazos” de la reunión familiar. Preguntado si va a rendir cuentas sobre su comportamiento en los últimos años y las irregularidades fiscales que cometió al manejar dinero en el extranjero, como le exige el Gobierno, el emérito respondió: “¿Explicaciones? ¿De qué?”.

La Casa Real no informó sobre quiénes participaron en lo que catalogó como “un encuentro familiar en el ámbito privado”, que no está incluido en la agenda de actividades oficiales de Felipe VI, por lo que los medios no pudieron acceder a la Zarzuela.

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