La policía inició una investigación para determinar si el castillo hinchable de la feria de Navidad de la población valenciana de Mislata, que salió despedido por la fuerza del viento y que causó la muerte a una niña de 8 años, cumplía con todas las medidas de seguridad. Tras el accidente, la menor fue trasladada a un centro hospitalario y falleció unas horas después, según informaron ayer fuentes de la Consejería de Sanidad.
Además de la pequeña fallecida, otras ocho personas sufrieron diversas heridas, y cuatro de ellas fueron trasladados a dos centros hospitalarios con pronóstico reservado, aunque en la mañana de ayer solo una continuaba hospitalizada con pronóstico reservado. El accidente se produjo alrededor de las 20 horas del martes en la feria navideña de Mislata, una localidad de 44.500 habitantes del área metropolitana de Valencia, al volarse el castillo hinchable por la fuerza de una fuerte ráfaga de viento. La Policía Científica abrió una investigación para esclarecer las causas por las que se produjo el accidente y determinar las responsabilidades, si las hubiera, de la empresa de montaje de la feria.
Por su parte, el ayuntamiento puso a disposición de la Policía Nacional toda la documentación administrativa sobre la instalación, que incluye, entre otros documentos, el certificado de inspección anual de la atracción; el certificado final de instalaciones emitido por un ingeniero colegiado aportado por la empresa que gestiona la feria, tal como exige la normativa vigente; el seguro de responsabilidad civil, la declaración responsable, el proyecto y el plan de emergencia. Además, declaró luto oficial hasta mañana y suspendió la cabalgata de Reyes Magos.
El propietario del hinchable siniestrado es un feriante que se ha dedicado toda la vida a este negocio, cuenta con varias atracciones y trabaja en varias ferias de la provincia de Valencia y de otras comunidades. El presidente de la Asociación de Feriantes de Valencia, José Esteban, aseguró que los hinchables de las ferias están anclados al suelo en cumplimiento de la normativa de seguridad, pero en circunstancias de viento como las del martes, cuando “en un minuto o en dos se levanta con fuerza el viento, no da tiempo a nada”.
