La exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos y su posterior reinhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, prevista para el próximo jueves, costará a las arcas públicas un máximo de 63.061,40 euros, y a ella asistirán 22 familiares del dictador que portarán el féretro a hombros.
El detallado plan elaborado por el Gobierno prevé que los restos de Franco sean trasladados en un helicóptero de las Fuerzas Armadas -siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan- y que no haya imágenes ni de la exhumación ni de su posterior reinhumación en el panteón en el que ya reposa su mujer, Carmen Polo. El Gobierno ha accedido a que el ataúd salga de la basílica del Valle de los Caídos a hombros de sus familiares aunque sin banderas ni honores militares.
Dentro de la basílica solo estarán los operarios estrictamente necesarios para extraer la losa que cubre la tumba, de 1500 kilos, así como un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, y los nietos y bisnietos del dictador. Antes de la extracción, se colocará una carpa sobre la tumba a la que solo accederán los operarios, un nieto de Franco -Cristóbal Martínez-Bordiú-, la ministra de Justicia y el forense. No está previsto que se abra el féretro para comprobar el estado de los restos.
Tras un breve vuelo de diez o quince minutos, en el que el féretro estará acompañado por uno de los nietos del dictador -Francis Franco- el helicóptero tomará tierra en un antiguo helipuerto de la Guardia Real, muy cerca del cementerio. Allí, y también por deseo de la familia, se celebrará un oficio religioso en la intimidad a cargo del prior del Valle de los Caídos y un sacerdote, hijo de Antonio Tejero, guardia civil condenado por el intento de golpe de Estado del 23F.
Dentro de la basílica solo estarán los operarios estrictamente necesarios para extraer la losa que cubre la tumba, de 1500 kilos, así como un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, y los nietos y bisnietos del dictador. Antes de la extracción, se colocará una carpa sobre la tumba a la que solo accederán los operarios, un nieto de Franco -Cristóbal Martínez-Bordiú-, la ministra de Justicia y el forense. No está previsto que se abra el féretro para comprobar el estado de los restos.
Tras un breve vuelo de diez o quince minutos, en el que el féretro estará acompañado por uno de los nietos del dictador -Francis Franco- el helicóptero tomará tierra en un antiguo helipuerto de la Guardia Real, muy cerca del cementerio. Allí, y también por deseo de la familia, se celebrará un oficio religioso en la intimidad a cargo del prior del Valle de los Caídos y un sacerdote, hijo de Antonio Tejero, guardia civil condenado por el intento de golpe de Estado del 23F.
