El próximo lunes está previsto que se incorporen las primeras auxiliares a la obra del crucero "Evrima" a través de los encargados para comprobar el estado de la construcción del barco tras más de cuatro meses parado. Será una primera supervisión y a partir de ahí los proveedores irán entrando de manera paulatina.
Se espera que el armador Ritz-Carlton nombre un equipo directivo que se encargue de gestionar la dirección del astillero y que consiga nuevos contratos para garantizar el futuro de Barreras.
La plataforma de auxiliares acreedoras, agrupadas en la sociedad Uninaval, acordaron la semana pasada adherirse al plan de refinanciación presentado por la empresa (y pactado con las entidades financieras), "por responsabilidad" y "porque para nada interesa el concurso", al tiempo que mantuvieron que su aspiración es cobrar la totalidad de lo que se les adeuda (más de 20 millones de euros).
La decisión está condicionada a seguir negociando las fórmulas de pago del crédito, aunque ya hay un "compromiso" de que la deuda contraída en la construcción del barco de Ritz Carlton empezará a pagarse cuando se homologue el acuerdo y se retome el trabajo (un 50 %), y el resto a la entrega del buque.
El mantenimiento del derecho de crédito ha sido una de las concesiones que decidió a las empresas a sumarse al plan. Así, Uninaval consiguió que Barreras tome en consideración varias condiciones: que, en los nuevos trabajos, se pague una parte por adelantado; que se devuelvan los avales que las auxiliares depositaron; y que se consolide y reconozca la deuda por los trabajos que quedaron a medio hacer cuando se paralizó la actividad, y que no habían sido facturados.
También en los últimos días, la compañía noruega Havila confirmó que los dos mini cruceros que Hijos de J. Barreras tenía en su cartera de pedidos se construirán finalmente en el astillero turco Tersan, a la que ya había encargado dos unidades previamente.
El director general de Havila Voyages, Arild Myrvoll, explicó que la interrupción de la construcción de estos buques en Barreras se debió a "problemas financieros" del astillero vigués, que han generado "incertidumbre" y afectarán al calendario de operaciones en la ruta entre Bergen y Kirkenes. n
La plataforma de auxiliares acreedoras, agrupadas en la sociedad Uninaval, acordaron la semana pasada adherirse al plan de refinanciación presentado por la empresa (y pactado con las entidades financieras), "por responsabilidad" y "porque para nada interesa el concurso", al tiempo que mantuvieron que su aspiración es cobrar la totalidad de lo que se les adeuda (más de 20 millones de euros).
La decisión está condicionada a seguir negociando las fórmulas de pago del crédito, aunque ya hay un "compromiso" de que la deuda contraída en la construcción del barco de Ritz Carlton empezará a pagarse cuando se homologue el acuerdo y se retome el trabajo (un 50 %), y el resto a la entrega del buque.
El mantenimiento del derecho de crédito ha sido una de las concesiones que decidió a las empresas a sumarse al plan. Así, Uninaval consiguió que Barreras tome en consideración varias condiciones: que, en los nuevos trabajos, se pague una parte por adelantado; que se devuelvan los avales que las auxiliares depositaron; y que se consolide y reconozca la deuda por los trabajos que quedaron a medio hacer cuando se paralizó la actividad, y que no habían sido facturados.
También en los últimos días, la compañía noruega Havila confirmó que los dos mini cruceros que Hijos de J. Barreras tenía en su cartera de pedidos se construirán finalmente en el astillero turco Tersan, a la que ya había encargado dos unidades previamente.
El director general de Havila Voyages, Arild Myrvoll, explicó que la interrupción de la construcción de estos buques en Barreras se debió a "problemas financieros" del astillero vigués, que han generado "incertidumbre" y afectarán al calendario de operaciones en la ruta entre Bergen y Kirkenes. n
