Montajes Conserveros de Galicia (MCG) fabrica en O Porriño las máquinas cerradoras de envases irregulares (no redondos) más rápidas del mundo, con una velocidad de hasta 400 botes por minuto.
La compañía, que acaba de celebrar su 30 aniversario, diseña, construye y comercializa desde sus instalaciones en el polígono de A Granxa maquinaria de última generación para la industria conservera y la metalgráfica destinada al momento más crítico de la conservación de alimentos, el cierre del envase. “Si el cierre falla, la calidad del producto desaparece”, indica la empresa, muy consciente de la responsabilidad que implica ser un operador mundial.
MCG, fundada en Vigo en 1994, tiene una amplia trayectoria internacional y en la actualidad está presente en más de 40 países, entre los que se encuentran Japón, Italia, Reino Unido, Polonia o Francia. El año pasado registró una facturación que rondó los tres millones de euros, un ejercicio que estuvo marcado por “un estancamiento debido a la situación económica mundial, las tensiones geopolíticas y las fluctuaciones en los mercados financieros”, indica Sabela García, CEO de la compañía, que prevé una incremento de la facturación del 10 por ciento para 2024. La empresa cuenta con un equipo formado por 15 personas con una relevante presencia femenina en puestos de responsabilidad y representando el 30 por ciento del total de la plantilla.
Posee una patente de modelo de utilidad correspondiente al diseño de una polea de cierre, de forma que permite cerrar los envases de menor espesor y mayor temple sin sacrificar la capacidad, indica la empresa.
La máquina F425 es la niña bonita de la firma, una cerradora automática de latas irregulares que batió récord de ventas en los dos últimos años. “Es el buque insignia de la compañía por su diseño innovador, resultado de años de investigación y desarrollo, que se anticipa a las necesidades emergentes”, explica la CEO. El modelo F640, de seis cabezales de cierre, logra cerrar hasta 400 botes por minuto.
Orígenes en Vigo
Montajes Conserveros de Galicia fue fundada en 1994 en Vigo de la mano de José Antonio García Táboas y Martín Aurrecoechea para dar servicio a la industria de la conserva diseñando y fabricando repuestos, reparando cerradoras y comercializando máquinas reconstruidas y seminuevas en todo el mundo. En 2008, Táboas se convierte en el propietario único de la compañía y aumenta la capacidad de producción con una nueva planta para la fabricación de una gama propia.
MCG empezó la actividad en la calle Severino Cobas, en Vigo, en el año 2009 pasó al polígono de O Rebullón en Mos y desde 2012 cuenta con unas instalaciones en A Granxa como líder mundial en cerradoras de alta velocidad para latas de forma irregular. “A un ritmo casi dos veces superior a la del resto de fabricantes”, asegura.
