economía

Crece la conciencia empresarial de que la igualdad es positiva pero no mejora

Las investigadoras de la Uvigo Sonia Rodríguez, Silvia Ruiz, Natalia Vaz, Belén Fernández-Feijóo y Rocío Rodríguez.
photo_camera Las investigadoras de la Uvigo Sonia Rodríguez, Silvia Ruiz, Natalia Vaz, Belén Fernández-Feijóo y Rocío Rodríguez.
Ardán y Uvigo analizaron 198 empresas y certifican las dificultades de mujeres para acceder a la dirección. El coste en esas compañías es de más de 3 millones de euros que las trabajadoras han dejado de percibir por el desequilibrio
En la exposición de su candidatura, la presidenta de la CE, Úrsula von der Leyen, reconoció que las mujeres en Europa ganan un 16% menos que los hombres, incluso con una cualificación superior. El informe Ardán de Zona Franca lleva tres años poniendo datos en la empresa gallega a afirmaciones como esta, en colaboración con la Agrupación estratégica Ecobas de la Universidad de Vigo.
Los datos no son buenos pero las empresas muestran disposición para cambiarlos. Para muestra una frase que se incluye de un directivo de una de las compañías que participan en la encuesta: “Cambiando la mentalidad de las empresas se cambia la mentalidad de la sociedad”.
En el informe de 2020 han participado 198 empresas, muy por debajo de las más de trescientas de los dos años anteriores a causa de la covid, pero se pueden extraer algunas conclusiones. Lo primero, que se produce un incremento en la percepción de la igualdad como un factor de satisfacción entre las empresas. Crece también la percepción de que las políticas y actuaciones de igualdad tienen una influencia positiva en la empresa.
Sin embargo, el 73,7% de las personas que responden a la encuesta considera que en sus empresas hay desequilibrios entre hombres y mujeres. Se deben, dicen, a las características de la actividad de la empresa, porque solo se presentan candidaturas de un determinado género o por las condiciones físicas requeridas. Solamente una persona encuestada considera que los desequilibrios son debidos a las decisiones de la dirección.
En la muestra, el porcentaje de mujeres es del 30,8% pero baja en departamentos como Producción (24,3%), I+D+i (28,1%) y Comercial y Marketing (25,6%). Sin embargo, hay una mayor presencia de mujeres en Recursos humanos (64,8%), Administrativo (60,9%) y Económico-financiero (52,5%). Además el porcentaje de mujeres que ocupan puestos directivos (28,3%), es menor al existente en los mandos intermedios o en el resto del personal. “Esta circunstancia refleja la dificultad que tienen las mujeres para acceder a los puestos de mayor responsabilidad”, precisa el informe.
A ello se suma que en los tramos salariales inferiores (hasta 18.000 euros anuales), el porcentaje de mujeres es del 40,7%, superior a la media de mujeres en el total de la plantilla, y también superior al porcentaje de mujeres en cualquier otro de los tramos salariales superiores.
El informe incluido en Ardán pone cifras a cuánto cuesta a las empresas la no igualdad. El coste de no igualdad es la diferencia entre lo que tendría que ser el coste salarial de las mujeres de una empresa, de mantenerse su representación proporcional en todos los tramos salariales, y el coste salarial medio por tramos de dicha empresa. Así, las mujeres de las empresas de la muestra perciben, de media, un 3,5% menos de lo que correspondería de estar equilibradamente representadas en los diferentes tramos salariales y esto se traduce en -17.380 euros por cada mujer y en total 3,3 millones que dejan de ingresar las mujeres para la muestra de 198 empresas, en las que el 60% presenta mayor representación de mujeres en tramos salariales bajos y solo el 8,3% tienen una situación equilibrada.
El informe concluye que “es, precisamente, en este momento de crisis, en el que resulta vital el talento" y ve "una oportunidad para utilizar el talento del 50% de la población, con frecuencia infrautilizado”. 

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