Barreras cumple medio año sin trabajo, con la plantilla en ERTE y un futuro incierto

La CIG convocó ayer una concentración por el despido del delegado y por el futuro del astillero.
photo_camera La CIG convocó ayer una concentración por el despido del delegado y por el futuro del astillero.
Sin actividad y con la plantilla en ERTE, el astillero vigués mantiene mutismo absoluto sobre su venta. Las auxiliares empiezan a cobrar la última parte de la deuda 

Cerradas a cal y canto. Así están las instalaciones de Hijos de J.Barreras, que dejan una escena insólita en Beiramar sin barcos ni trabajadores. Los obreros colgaron los monos de trabajo hace meses, seis desde que el crucero 'Evrima' se fue a Santander y dejó sin actividad a la factoría naval. 

Ayer un grupo de empleados se concentró a las puertas del astillero para pedir soluciones y también contra lo que consideran una “represión sindical” por el despido del delegado de la CIG en el comité de empresa, Rafael Pérez, por presunto abandono de su puesto de trabajo y facilitar el acceso a las instalaciones para realizar una ocupación simbólica el pasado marzo.

No participé en la concentración, estaba trabajando”, se defiende el afectado que llevaba 23 años en Barreras. El secretario de CIG-Industria en la comarca, Xulio Fernández, confía en que se pueda llegar a una solución antes del juicio fijado para enero y lamenta que no haya un interlocutor. “Intentamos hablar con la empresa sobre este asunto y también para abordar el ERTE y no hay manera. Pedimos reuniones y no hay respuesta”, critican.

La consultora internacional Kroll asumió en julio la gestión temporal del astillero para el que está buscando comprador y pactó un ERTE de un año de duración para toda la plantilla con el fin de atajar la crisis de Barreras. Una crisis que dio el portazo definitivo el pasado marzo con la marcha del único barco que tenía en construcción, el crucero 'Evrima', al astillero cántabro Astander para su remate final.

Pago de la deuda

Cierto alivio sienten las empresas auxiliares que están empezado a cobrar la segunda parte de la deuda millonaria que Barreras contrae con los proveedores (la mitad ya fue abonada). “Los cobros se están haciendo con regularidad, esperemos que siga siendo así”, indican fuentes próximas a los acreedores que aseguran desconocer las negociaciones de Kroll con posibles inversores y potenciales compradores. 

Este diario intentó contactar, sin éxito, con la consultora que es la que está tomando las decisiones. El fondo Oatkree -el brazo inversor de Ritz-Carlton cuando entró en el accionariado de Barreras- decidió despedir al presidente ejecutivo de la compañía naval viguesa, Douglas Prothero, y a todos los miembros del consejo de administración y puso a Kroll al frente de la gestión para reconducir la crítica situación del astillero: en números rojos (pérdidas de 68 millones de euros en 2020) y sin carga de trabajo.

Sólo tiene un buque (figura en su cartera de pedidos) pero que en estos momentos ya no genera trabajo en Vigo. Parte de la plantilla -son 130 trabajadores en total- está en ERTE y unas 35 personas están en la obra del crucero. En las instalaciones de Beiramar nada, sólo una persona en portería.

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