El Sevilla se proclamó ayer campeón de la Liga Europa al superar en los penaltis a la Roma en la final celebrada en el Puskás Aréna de Budapest, el séptimo título del club español como dominador del palmarés del torneo. Los de José Luis Mendilibar empezaron por debajo por el tanto de Dybala en el primer tiempo, pero con el gol de Mancini, en propia puerta, las fuerzas se igualaron en el minuto 55. Sin goles en la prórroga, la tanda de penaltis sonrió al Sevilla, con Bono parando y Montiel artífice del título, como lo fue en el penalti del Mundial de Argentina.
El conjunto andaluz, que se impuso en este torneo continental en los años 2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020, aventaja en cuatro coronas a Inter, Juventus, Liverpool y Atlético de Madrid. No ha perdido ninguna de las finales que ha disputado. Es el decimocuarto título de la historia del fútbol español, que tiene cuatro más que Inglaterra e Italia y seis más que Alemania.
El Sevilla releva en el palmarés al Eintracht de Fráncfort alemán, que se impuso el pasado año precisamente en la capital andaluza, al Rangers escocés en la tanda de penaltis (5-4) tras acabar el encuentro y la prórroga con empate a un tanto.
Un penalti marcado por Montiel, con suspense al tener que repetirlo, fue el definitivo para que el Sevilla se impusiera al Roma.