Fútbol | Primera División

El primer clásico tras el caso Negreira se jugó sin incidentes

Gavi se escapa de Modric en el partido disputado ayer en el Camp Nou.
photo_camera Gavi se escapa de Modric en el partido disputado ayer en el Camp Nou.

La polémica por el caso Negreira, que comportó que no hubiese comida de directivas y que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, no acudiera al Spotify Camp Nou, quedó en un segundo plano cuando el balón empezó a rodar en el primer clásico de Liga tras la publicación de la información.

El ambiente en Barcelona fue el típico de un clásico en el que estaba en juego gran parte del título de Liga. Cánticos, silbidos y abucheos en contra del máximo rival, pirotecnia en las calles y máxima tensión en cada jugada dividida. Pero, en el terreno de juego, reinó la deportividad entre los equipos excepto en el tramo final del encuentro, en el que hubo varias trifulcas que no fueron a más.
Cualquier persona desconectada del mundo del fútbol no hubiese tenido problemas para descubrir que un evento importante iba a suceder ayer en Les Corts. Desde más de dos horas antes del inicio del encuentro las calles del barrio barcelonés se llenaron de aficionados azulgranas con ganas de hacer la previa antes de presenciar el vital duelo por la Liga.

De hecho, desde dos horas antes del pitido inicial fue imposible avanzar con vehículo propio por la Travessera de les Corts, la calle situada tras el gol sur del Camp Nou. Los aficionados del Barça invadieron la calzada para entonar cánticos y animar el ambiente con pirotecnia.

El ambiente mediático se había caldeado durante los días previos a causa de la decisión del Real Madrid de personarse en el caso Negreira. La principal consecuencia en este sentido fue que no hubo comida de directivas. De hecho, Florentino Pérez ni viajó a Barcelona.

Los que no faltaron fueron los unánimes silbidos del Camp Nou a los jugadores del máximo rival cuando salieron a calentar. Empezaron con los porteros, se incrementaron con los jugadores de campo y se repitieron con la vuelta a los vestuarios. Tampoco faltó el exentrenador azulgrana Pep Guardiola, quien viajó a Barcelona tras dirigir al City en la Copa. 

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