fórmula 1

Lewis Hamilton reina en medio del caos de Bahrein

El piloto francés tardó 27 segundos en escapar del amasijo de hierros ardiente en que se convirtió su coche.
photo_camera El piloto francés tardó 27 segundos en escapar del amasijo de hierros ardiente en que se convirtió su coche.
Sebastian Grosjean salió airoso de un accidente que acabó con su coche envuelto en llamas
El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) se llevó ayer la victoria, undécima del curso, en un milagroso Gran Premio de Barhein, antepenúltima cita del Mundial de Fórmula 1 marcada por el gravísimo accidente sufrido por el francés Romain Grosjean (Haas), al que el halo salvó de un final dramático.
El heptacampeón del mundo celebró un nuevo triunfo -número 95 de su carrera- por delante de los dos Red Bull, el del neerlandés Max Verstappen y el del tailandés Alexander Albon, mientras que McLaren se consolidaba como el primero del resto al situar los coches del británico Lando Norris y el español Carlos Sainz cuarto y quinto respectivamente. Sin embargo, fue otro hecho el protagonista en el crepúsculo asiático.
Los presentes en el trazado de Sakhir contuvieron la respiración cuando observaron cómo el monoplaza de Grosjean quedaba envuelto en una inmensa llamarada después de estrellarse contra los guardarraíles en la primera vuelta tras apagarse los semáforos. Acababan de ver en directo el, quizás, peor accidente de los últimos años.
Todo ocurrió muy rápido. Fue a la salida de la curva 3, cuando el coche del galo se tocó con el del ruso Daniil Kvyat (AlphaTauri) y se desvió de su trayectoria para irse directo a gran velocidad hacia el guardarraíl situado a su derecha.
Tras ello, una gran bola de fuego de la que la realización de la prueba desvió sus cámaras, en previsión de un desgracia. Todo ello incrementó la incertidumbre.
La siguiente imagen fue la del francés, aturdido, atendido por los médicos, aparentemente sin más heridas que unas quemaduras en manos y tobillos. Un milagro. En el impacto, con las ruedas por los aires, el Haas quedó partido en dos, y de ese amasijo de hierros consiguió salir Grosjean tras 27 agobiantes segundos. El halo le había salvado la vida, consiguiendo que pudiese escapar por su propio pie entre las llamas por el pequeño espacio vital que se había formado entre el guardarraíl y el coche.n

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