La selección española de balonmano tratará de dar hoy (18:00, Teledeporte) el primer paso hacia las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia, con un triunfo sobre una Alemania que se ha visto obligada a remodelar casi medio equipo a causa de los numerosos casos de coronavirus detectados en la expedición germana.
De los diecinueve jugadores con los que el seleccionador alemán, el islandés Alfred Gislason, comenzó el campeonato, siete han causado baja por coronavirus, y otros cuatro dieron positivo ayer: los jugadores Sebastian Heymann, Djibril M'Bengue y Christpoh Steinert, así como un miembro del equipo técnico, según un comunicado federativo. Entre los afectados están piezas básicas como el portero Andreas Wolff, el lateral Kai Häfner, el ‘cañonero’ Julius Kühn o los extremos Timo Kastening y Marcel Schiller.
Una larga lista a la que sumar al joven lateral Hendrik Wagner, que tras ser llamado para sustituir a Kühn, el primer jugador infectado en el equipo alemán, tuvo que ser aislado nada más llegar tras dar positivo en la prueba PCR a la que se sometió al aterrizar en la ciudad de Bratislava.
Esta circunstancia obligó al preparador alemán a convocar de urgencia al portero Johannes Bitter, al extremo Rune Dahmke, al pivote Sebastian Firnhaber, al lateral Fabian Wiede y al central Paul Drux, que podrá jugar gracias a una excepción de la Federación Europea, ya que ni tan siquiera figuraba en la lista inicial de 35 inscritos para el torneo.
