El ciclista checo Josef Cerny (CCC Team) logró ayer la victoria en la decimonovena etapa del Giro de Italia, al llegar a la meta de Asti en solitario tras saltar del grupo de cinco fugados a falta de 13 kilómetros, en una jornada que será recordada por la rebelión del pelotón.
La etapa dio comienzo cuatro horas y media después de lo previsto y con un recorrido recortado a la mitad por la exigencia del pelotón ciclista, que se plantó en Morbegno dispuesto a no tomar la salida para "no poner en riesgo las defensas de los corredores" ante las condiciones climatológicas, según dijo después en un comunicado la Asociación Internacional de Ciclistas Profesionales (CPA).
Los 251 kilómetros inicialmente previstos se quedaron en 124. La salida fue en Abbiategrasso, localidad donde nació en 1950 el reputado diseñador de moda Franco Moschino, fallecido en 1994.
El ritmo de inicio fue muy rápido y desde el principio el belga Campenaerts, el suizo Pellaud y Josef Cerny protagonizaron una fuga que acabó culminando el checo. Kelderman mantuvo el liderato
La etapa dio comienzo cuatro horas y media después de lo previsto y con un recorrido recortado a la mitad por la exigencia del pelotón ciclista, que se plantó en Morbegno dispuesto a no tomar la salida para "no poner en riesgo las defensas de los corredores" ante las condiciones climatológicas, según dijo después en un comunicado la Asociación Internacional de Ciclistas Profesionales (CPA).
Los 251 kilómetros inicialmente previstos se quedaron en 124. La salida fue en Abbiategrasso, localidad donde nació en 1950 el reputado diseñador de moda Franco Moschino, fallecido en 1994.
El ritmo de inicio fue muy rápido y desde el principio el belga Campenaerts, el suizo Pellaud y Josef Cerny protagonizaron una fuga que acabó culminando el checo. Kelderman mantuvo el liderato
