Es una obviedad que el arranque de temporada del Celta no es el esperado. Estar, tras nueve jornadas, al borde de los puestos de descenso tras haber sumado sólo dos victorias y tres empates –es decir, 9 puntos– no es lo que esperaba una afición que durante el verano se ilusionó con el regreso al equipo de futbolistas del calado de Denis Suárez, Santi Mina o Rafinha.
Mientras el club evita decisiones drásticas a la espera de la semana con tres partidos que se avecina, los aficionados tratan de explicar y explicarse la situación. Lo primero es calificarla, teniendo en cuenta que la competición camina todavía por la novena jornada y hay ejemplos más que sobrados de equipos que comienzan lentos para acabar más sueltos –léase el Valencia de la pasada campaña–. Sin embargo, las peñas, en general, muestran un grado de preocupación muy elevado cuando son preguntadas al respecto. Sobre todo porque aprecian que el equipo no ha sido capaz de reaccionar a lo largo de los más de dos meses que van de competición liguera, sin observar una evolución positiva.
Un factor a valorar es la apuesta veraniega por el retorno de jugadores con pasado celeste y, hoy por hoy, de primera línea. Con Denis, Mina y Rafinha, parecía que Iago Aspas ya no necesitaría ser el salvador solitario. Pero, por el momento, ninguno de ellos está rindiendo a un nivel estelar. Con todo, salvo contadas excepciones, la mayoría de las peñas consultadas limitan su desilusión por el momento, matizando en algún caso de forma individual, con Santi Mina como el mejor valorado por lo general.
Responsabilidad compartida
En momentos de zozobra, se suele decir que hay que evitar la búsqueda de culpables, pero está claro que hay responsables. Y los aficionados gradúan tal responsabilidad entre la plantilla, el entrenador, el club –por la planificación de la plantilla– o el calendario –por la dificultad de las primeras jornadas–. La respuesta más fácil y la más repetida es la de nombrar a Fran Escribá. Pero los seguidores no se quedan en el análisis fácil y expanden la responsabilidad a la plantilla de jugadores y el propio club por una deficiente labor de construcción de la plantilla.