Carlos Pérez ha estado en Taiwán ayudando en la formación de sus jóvenes piragüistas
Durante 20 años, el mercader veneciano Marco Polo viajó por Asia oriental y recogió sus vivencias en un diario a su vuelta. Carlos Pérez está lejos de esa cifra, pero acaba de regresar de su tercera experiencia con el piragüismo en Taiwán. Este cangués, medallista olímpico en 2008 -precisamente en Pekín, la capital china- ha pasado tres semanas colaborando con su amigo, el caldense Antón Pazos, responsable de varias selecciones del país oriental por tercer año consecutivo. "Tienen una beca para llevar a un deportista de alto nivel para entrenar con los chavales y dar charlas. Me lo propusieron, fui y me gustó. Ellos quedaron encantados y ahora me lo proponen todos los años", explica el morracense.
Perucho regresó el pasado jueves de su tercer viaje a sus Indias particulares para preparar el Descenso del Sella de hoy. El morracense afincado en Asturias desvela que el choque cultural en Taiwán es fuerte porque "no tienen cultura de piragüismo" y entrenan en condiciones complicadas. "El río tiene mucha corriente", apunta. "Su mentalidad es la de una cadena de producción. Darle y darle sin descansar. Piensan que cuánto más entrenes, más vas a andar y no es así", relata.
"Ver la ilusión que les hace a los niños que yo esté con ellos es muy bonito", comenta Perucho, que no duda en destacar que él también ha aprendido "mucho" de sus alumnos -de 14 a 24 años-. Estos entrenamientos van enfocados hacia el Mundial sub-23 y el absoluto de finales de agosto -en el que desea lo mejor a sus paisanos Rodrigo Germade y Teresa Portela-. "Pero ellos le dan más importancia a los Campeonatos nacionales y a los Juegos Asiáticos", destaca el palista cangués, que en cada inciso de la conversación aprovecha para recordar que ha estado "muy a gusto" en Taipei, capital de esta isla, que en la práctica ejerce como país independiente, aunque esté controlado por China con una compleja situación diplomática.
Perucho ya piensa en volver el año que viene. Pero antes bajará hoy el Sella y luego volverá a su Cangas natal para hacer la regata Ocean Race Ons-Aldán, el próximo 24 de agosto. "Después, ¡vacaciones!", bromea el olímpico morracense que, como Marco Polo, tiene multitud de historias que contar de sus viajes por el ya no tan lejano oriente. n
Perucho regresó el pasado jueves de su tercer viaje a sus Indias particulares para preparar el Descenso del Sella de hoy. El morracense afincado en Asturias desvela que el choque cultural en Taiwán es fuerte porque "no tienen cultura de piragüismo" y entrenan en condiciones complicadas. "El río tiene mucha corriente", apunta. "Su mentalidad es la de una cadena de producción. Darle y darle sin descansar. Piensan que cuánto más entrenes, más vas a andar y no es así", relata.
"Ver la ilusión que les hace a los niños que yo esté con ellos es muy bonito", comenta Perucho, que no duda en destacar que él también ha aprendido "mucho" de sus alumnos -de 14 a 24 años-. Estos entrenamientos van enfocados hacia el Mundial sub-23 y el absoluto de finales de agosto -en el que desea lo mejor a sus paisanos Rodrigo Germade y Teresa Portela-. "Pero ellos le dan más importancia a los Campeonatos nacionales y a los Juegos Asiáticos", destaca el palista cangués, que en cada inciso de la conversación aprovecha para recordar que ha estado "muy a gusto" en Taipei, capital de esta isla, que en la práctica ejerce como país independiente, aunque esté controlado por China con una compleja situación diplomática.
Perucho ya piensa en volver el año que viene. Pero antes bajará hoy el Sella y luego volverá a su Cangas natal para hacer la regata Ocean Race Ons-Aldán, el próximo 24 de agosto. "Después, ¡vacaciones!", bromea el olímpico morracense que, como Marco Polo, tiene multitud de historias que contar de sus viajes por el ya no tan lejano oriente. n
