atletismo

Sudores sin embarcar

Los corredores que participaron en la prueba adultos se preparan para dar comienzo a la prueba en la jornada de ayer.
photo_camera Los corredores que participaron en la prueba adultos se preparan para dar comienzo a la prueba en la jornada de ayer.

Peinador acogió ayer la primera edición de la Carrera Aeropuerto de Vigo con 300 atletas

Peinador está acostumbrado a vivir momentos de apuro, gente corriendo, prisas para embarcar y algún que otro sudor para llegar a tiempo al avión, y no perder el dinero del billete y, sobre todo, el vuelo hacia una reunión importante, un capricho, un viaje romántico o unas merecidas vacaciones a la playa. Es el ejercicio habitual de las personas que acuden a Peinador, pero ayer todo esto cambió porque los sudores, la prisa y la carrera no llevaban a ningún avión, se dieron porque el recinto se convirtió en pista atlética para disputar una carrera popular de carácter solidario para Aviación Sin Fronteras con la presencia de hasta 300 atletas. 
La prueba reina de la jornada tuvo como atractivo inicial para el grupo de corredores observar la salida de un avión en plena pista antes de alcanzar el punto de salida, situado en mitad de la misma. Los primeros metros fueron en línea recta por el trazado central de Peinador para después alcanzar los 7 kilómetros con una vuelta completa por el camino exterior del recinto aeroportuario y con sorpresas porque, si podría esperarse un trazado completamente llano, este anillo exterior encadenaba toboganes a mitad de trazado que endurecían el recorrido. 
Alberto Bastos cumplió los pronósticos y obtuvo la victoria tras unos primeros metros en los que tuvo cierta oposición hasta imponer su calidad como atletas. En mujeres se presentaba una prueba abierta y el triunfo lo obtuvo María Fernanda Martín. Los tiempos fueron rápidos, si bien el viento soplaba con cierta fuerza en algunos de los puntos del trazado.
Antes de la disputa de la  prueba de adultos, la organización preparó carreras para niños con trazados adaptados a la edad de los diferentes participantes.
Estas pruebas se disputaron al norte de la terminal y en una zona accesible para que los familiares de los pequeños pudieran seguir la competición sin problemas de seguridad. En este tipo de carreras siempre prima el carácter deportivo, aunque los menores se esforzaron por cubrir el trazado que les correspondía en el menor tiempo posible. Alrededor de 200 niños compitieron en las distintas carreras, a los que se añadieron un centenar de adultos.n

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