polideportivo

Sin virus, pero afectados

César Blanco trata de mantener a sus perros en forma y que no noten el estrés.
photo_camera César Blanco trata de mantener a sus perros en forma y que no noten el estrés.
Deportistas de hípica y mushing intentan que caballos y perros se mantengan en forma
La pandemia de coronavirus contagia a los humanos y, por lo tanto, también a los deportistas, pero existen especialidades en las que el atleta va acompañado por un animal, un ser vivo inmune a los efectos del virus, pero que sufre también las restricciones que el Gobierno ha impuesto a los humanos. Es el caso de la hípica y el mushing, una modalidad que incluye diferentes deportes con perros, desde el canicross (a pie) hasta el bikejoring (con bicicleta).
Carlos Domínguez, jinete de Establos Vigo, reconoce que la situación "es complicada. Al parar toda la actividad, lo que hemos hecho es organizar dos turnos. Yo trabajo con los caballos por la mañana, pero pie a tierra, para evitar cualquier tipo de accidente que pudiera conllevar el tener que acudir a un hospital. Vienen dos empleados conmigo y trabajamos con los animales a la cuerda, al caminador y, los días que nos lo permiten, también los soltamos en unas praderas pequeñas que tenemos. Entonces están en libertad, pero al mismo tiempo no se pueden lastimar". 
Domínguez destaca que "los caballos trabajan todos los días, se les saca de los establos, se les hacen las camas, se les alimenta... Lo único que no hacemos es montar y dar clases, pero los pobres animales no tienen ninguna culpa y entonces les mantenemos el trabajo diario, bajando la intensidad y también cambia la alimentación a una menos energética".
Entrenar a diario a los caballos resulta indispensable porque "son de los pocos animales que necesitan el movimiento diario para que su tránsito intestinal funcione bien. El caballo no vomita, entonces si tiene un empacho o una mala digestión, el problema es que se les bloquea el aparato digestivo", indica Carlos Domínguez.
Sus directrices son muy similares a las que sigue el también jinete vigués Jacobo Fontán. "La Federación suspendió todas las licencias, lo que significa que no tenemos seguro para montar. Yo, como propietario, tengo un permiso para ir a ver al animal y entrenarlo pie a tierra con una serie de ejercicios que se pueden hacer sin montarlos. Entonces, lo que estamos haciendo toda la gente que estamos bajo la tutela de Rafa Tapias, que tiene muchos alumnos, es que él, con los mozos de cuadra, los está manteniendo activos y el resto vamos lo menos posible para minimizar los contactos, aunque está claro que nos gustaría ir mucho más".
Mientras la hípica estaba todavía preparando la campaña de verano, el mushing estaba terminando prácticamente la suya. "Nuestra temporada, en principio, terminaría este fin de semana con el Campeonato de España de Nieve y ya no vamos a competir hasta octubre. Entonces, como preparación, no nos afecta demasiado porque no hay competición. Los perros en este momento no necesitan preparación física, pero, eso sí, están un poco histéricos de estar encerrados. Entonces, los trabajas un poco dentro de casa, con ejercicios de obediencia o de carácter", explica Óscar Piñeiro, del club Kennel Den, que está convencido de que sus animales se dan cuenta de que algo grave está sucediendo: "Teniendo en cuenta que son perros que están acostumbrados a salir todos los días a correr al monte y a hacer entre tres y cinco entrenamientos a la semana, y que ahora mismo están encerrados, destrozándome el jardín y todos nerviosos, pues sí, claro que lo están notando. Además, los perros notan todas nuestras emociones, en las carreras se comprueba porque a veces les transmites nerviosismo de más. Yo no soy una persona muy nerviosa, intento estar relajado con ellos, pero aun así lo notan. Es imposible no transmitir absolutamente nada".
César Blanco, del Canicross Vigo, reconoce que "yo soy un afortunado, dentro de lo que cabe, porque tengo un terreno grande en casa y me puedo permitir el lujo de sacarlos y hacerles correr un poco, pero el mushing es un deporte de invierno y ahora ya se nos acababa la temporada. Antes, en esta época, los llevábamos a correr un poco con nosotros, sueltos generalmente, pero ahora con todo esto estamos un poco fastidiados y al ser un club que solo nos dedicamos a esto, poco podemos hacer. Intentas seguir siendo cuidadoso con la alimentación, darle una menor ingesta calórica, porque ya no necesitan tanta energía, y luego juegos con la pelota. Y algo que les viene muy bien y que los agota, sobre todo mentalmente, son juegos con el olfato: esconderle algo y que lo busque. Eso suele funcionar bastante bien".
Blanco señala que sus perros notan "no algo raro como tal, pero sí el cambio de rutinas. Los perros adoran la rutina y los horarios del día a día, y ahora no lo tienen". n

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