8Mallo. Desde el primer día, el de Marín parece haber sido el que mejor ha entendido el mensaje lanzado por Eduardo Coudet a la plantilla. Con la fuerza que le otorga el brazalete de capitán, se acerca veloz hacia su mejor versión, aprovechando la polémica como gasolina. Pero haciéndolo con inteligencia futbolística, sacando el campo las virtudes que lo han convertido en el jugador del Celta con más partidos en Primera División de la historia.
Sabe Mallo que con el diseño de equipo generado por el técnico argentino, los laterales deben empujar al equipo hacia delante. Cada vez es más habitual que, desde las bandas, también se pueda influir en el juego colectivo y el de Marín no duda un ápice en hacerlo. Si hay que atreverse posicionalmente, él es el primero en ofrecerse como solución a sus compañeros de ataque; si hay que atreverse con balón, él es el primero en tirar diagonales; y si hay que llegar arriba, él es el primero en no sentirse extraño estando cerca del área rival. Ayer, esa valentía tuvo como premio el primer tanto del partido, el que convertía la superioridad en juego en superioridad en el marcador. Y en una jugada que él mismo supo cocinar en el centro del campo antes de dejarse caer por la zona de peligro por si había suerte. La hubo porque la buscó.
Sabe Mallo que con el diseño de equipo generado por el técnico argentino, los laterales deben empujar al equipo hacia delante. Cada vez es más habitual que, desde las bandas, también se pueda influir en el juego colectivo y el de Marín no duda un ápice en hacerlo. Si hay que atreverse posicionalmente, él es el primero en ofrecerse como solución a sus compañeros de ataque; si hay que atreverse con balón, él es el primero en tirar diagonales; y si hay que llegar arriba, él es el primero en no sentirse extraño estando cerca del área rival. Ayer, esa valentía tuvo como premio el primer tanto del partido, el que convertía la superioridad en juego en superioridad en el marcador. Y en una jugada que él mismo supo cocinar en el centro del campo antes de dejarse caer por la zona de peligro por si había suerte. La hubo porque la buscó.