La primera plantilla del Celta volvió ayer al trabajo tras dos días de descanso mirando de reojo las reacciones de los lesionados. Tres de ellos –David Juncá, Kevin Vázquez y Rafinha Alcántara– aparecieron sobre el césped para hacer carrera continua, lo que en el caso del hispano brasileño es un síntoma positivo ya que no era asiduo. Dejando a un lado a Claudio Beauvue, la otra duda es saber cómo evoluciona Santi Mina. El canterano no las tiene todas consigo pero se espera que hoy mismo pruebe a manejarse con el grupo para ir determinando si las sensaciones son positivas de cara al partido del próximo domingo en el campo del Villarreal.
Por el momento, desde el club no se suelta prenda sobre el estado real del cuarteto de 'aproblemados' –como diría Eduardo Berizzo–. El parte médico se limita a constatar que Kevin Vázquez (rotura fibrilar en el músculo recto anterior derecho el pasado 7 de octubre) es el único que realiza "entrenamiento progresivo con el grupo" y que los otros tres –Juncá (talalgia en el pie derecho por contusión la pasada semana), Mina (rotura grado I en el aductor mayor izquierdo hace 20 días) y Rafinha (molestia rodilla izquierda desde el pasado día 30)– realizan "entrenamiento individual".
Dudas tácticas
De la recuperación o no de alguno de estos futbolistas puede depender el sistema por el que apueste Óscar García Junyent, técnico celeste, en su segundo partido al frente del equipo. Por de pronto, sin Juncá no podría repetir la defensa de cinco empleada en Barcelona con los mismos nombres, aunque dispone de centrales de sobra para ello. Las otras cuatro ausencias ya las tuvo que asumir en el Camp Nou, pero recuperar a Mina o Rafinha podría inducirle a apostar desde ya por un 4-3-3 más o menos definido. Siempre y cuando se decida a tirar de Toro Fernández en punta.n
