El Celta dio ayer tres pasos atrás para regresar a la etapa de Fran Escribá. Después de tres encuentros con Óscar García en los que se vieron algunos brotes verdes, el equipo vigués recuperó sus viejos vicios –una desesperante falta de intensidad en defensa y una total ausencia de ideas en ataque– y perdió con justicia ante el colista.
Tres cambios significativos
Óscar García Junyent mantuvo el esquema 4-3-3 e introdujo sólo tres cambios en el once con respecto al que empató en la jornada anterior con el Valladolid, incluido el de la portería, donde Rubén recuperó su puesto tras los dos partidos disputados por Sergio Álvarez debido a su lesión. Sin embargo, las otras dos variantes fueron significativas, ya que el técnico sorprendió al apostar por Okay en el centro del campo, en lugar de Lobotka o Fran Beltrán, y dejó en el banquillo a Pione Sisto, lo que devolvió a Denis Suárez a la banda izquierda, como en la etapa de Fran Escribá, mientras Rafinha recuperaba la titularidad como interior.
Física y tácticamente superado
Apenas ofreció resistencia el Celta ante un Leganés mucho más metido en el partido y superior táctica y físicamente. Salvo por Pape Cheikh, activo en defensa y en ataque, el centro del campo celeste se diluyó como un azucarillo cada vez que el conjunto madrileño apretaba sin balón o atacaba con él. Con Okay demasiado lento y Rafinha sin encontrar su sitio, los locales superaron las líneas célticas cuando quisieron, sin apenas oposición. A los once minutos, Braithwaite ya había rematado fuera por muy poco y el larguero había rechazado una pelota rebotada en Aidoo.
Más facilidades
Por si eran pocas las facilidades que el Celta estaba dando a su rival, Rafinha llegó tarde a un balón y cometió una falta peligrosa al borde del área antes del cuarto de hora de juego. Óscar Rodríguez lanzó por encima de la barrera y colocó la pelota en la escuadra, lejos del alcance de un Rubén que sólo pudo ver cómo se colaba en la portería. Si los vigueses no habían estado a la altura hasta ese momento, la situación empeoró con el gol. El Leganés se adueñó del encuentro y en el minuto 38 hizo el 2-0 con un remate desde fuera del área cogió a Rubén demasiado adelantado para llegar al balón.
Defensa de tres y tercer gol
Óscar García buscó la reacción dejando a Hugo Mallo en el vestuario tras el descanso para jugar con una defensa de tres –Aidoo, Araújo y Olaza–, con Pione Sisto, sustituto del lesionado Denis, y Pape como carrileros. Apenas hubo tiempo de rodar el sistema porque en el 54, Kevin hizo el tercero del Leganés.
Mejor en inferioridad numérica
Con el 3-0, el Leganés aflojó un poco y entonces se pudieron ver los mejores minutos del Celta, a pesar de la expulsión del Toro Fernández en el minuto 70. El uruguayo participó en el primer tanto celeste, obra de Araújo, y Aspas devolvió la esperanza con una acción individual, pero no dio para más. n
