Guardés y Porriño se oponen a la separación de una categoría con cuatro descensos
La Real Federación Española de Balomano mantuvo ayer un encuentro con los clubes de División de Honor para explicar el formato de temporada que realizará la próxima campaña y que pasa por estar divididos en dos grupos de ocho equipos, que variarán al final de liga para volver a partirse en dos mitades. Los ocho mejores pelarán por el título y las plazas europeas y, los peores, por evitar las cuatro posiciones de descenso en juego.
A esta opción se opusieron el Guardés, el Balonmano Porriño y el Rocasa, que preferían una temporada regular, pero otras doce formaciones se posicionaron a favor y, por lo tanto, salvo una sorpresa en la asamblea federativa, el formato saldrá adelante. La competición comenzará con dos grupos de ocho equipos que disputarán una competición a doble vuelta con 14 jornadas. Tras ella, los cuatro primeros pelearán por el título y del quinto al octavo por la permanencia.
En la segunda parte de la liga, los equipos disputarán otros 8 encuentros de ida y vuelta ante los rivales de su grupo con los que no coincidieron en la primera mitad del campeonato. No obstante, estos enfrentamientos directos ya disputados sí contarán para la clasificación final. Habrá cuatro descensos, por lo que la mitad de los conjuntos que luchen en el grupo de permanencia caerán a División de Honor Plata.
En total, cada equipo disputará 22 partidos, como estaba planificada la campaña interrumpida por el coronavirus. Abel Estevéz, presidente del Porriño, reconoció que "no me gusta. Es un formato que te da poco margen de error. Eso sí, entiendo que con el preolímpico y los Juegos, el calendario es complicado".
Sobre la configuración de los grupos, la propuesta federativa establecía un criterio básico que tomaba el ránking de esta campaña como elemento principal. No obstante, la propuesta no generó ilusión, pero es el tema más complicado porque los equipos tampoco quieren una distribución geográfica al coincidir tres formaciones canarias en División de Honor. En todo caso, el primer planteamiento separa a Porriño y Guardés. Esto, salvo coincidencia en la segunda parte de la competición, elimina el derbi gallego y, con ello, el partido de mayor repercusión para ambos.
A esta opción se opusieron el Guardés, el Balonmano Porriño y el Rocasa, que preferían una temporada regular, pero otras doce formaciones se posicionaron a favor y, por lo tanto, salvo una sorpresa en la asamblea federativa, el formato saldrá adelante. La competición comenzará con dos grupos de ocho equipos que disputarán una competición a doble vuelta con 14 jornadas. Tras ella, los cuatro primeros pelearán por el título y del quinto al octavo por la permanencia.
En la segunda parte de la liga, los equipos disputarán otros 8 encuentros de ida y vuelta ante los rivales de su grupo con los que no coincidieron en la primera mitad del campeonato. No obstante, estos enfrentamientos directos ya disputados sí contarán para la clasificación final. Habrá cuatro descensos, por lo que la mitad de los conjuntos que luchen en el grupo de permanencia caerán a División de Honor Plata.
En total, cada equipo disputará 22 partidos, como estaba planificada la campaña interrumpida por el coronavirus. Abel Estevéz, presidente del Porriño, reconoció que "no me gusta. Es un formato que te da poco margen de error. Eso sí, entiendo que con el preolímpico y los Juegos, el calendario es complicado".
Sobre la configuración de los grupos, la propuesta federativa establecía un criterio básico que tomaba el ránking de esta campaña como elemento principal. No obstante, la propuesta no generó ilusión, pero es el tema más complicado porque los equipos tampoco quieren una distribución geográfica al coincidir tres formaciones canarias en División de Honor. En todo caso, el primer planteamiento separa a Porriño y Guardés. Esto, salvo coincidencia en la segunda parte de la competición, elimina el derbi gallego y, con ello, el partido de mayor repercusión para ambos.
