baloncesto liga femenina 2

Día de Difuntos adelantado

Julien (sobre estas líneas en un partido anterior) no tuvo su día en el tiro.
photo_camera Julien (sobre estas líneas en un partido anterior) no tuvo su día en el tiro.
El Celta Zorka Recalvi, sin rebote ni triple, sufre su primera derrota ante un recién ascendido

Hace un año, el Celta caía en Barakaldo en la quinta jornada, en fin de semana de Todos los Santos, y dejaba ver los problemas que posteriormente demostraban que no era equipo para aspirar al ascenso. Perdía ante un ascendido. Doce meses más tarde, con una plantilla muy renovada, el mismo esfuerzo de la directiva y extranjeras de nombre, el equipo que entrena Cristina Cantero ha vuelto a cantar. Y mucho.
El Miralvalle Plasencia le pintó la cara con su entrenador, Raúl Pérez, expulsado por un árbitro excesivo, con su pívot-armario, la estadounidense Stacia Robertson, cargada con cuatro faltas a 13 minutos para el final. Pero es que para ganar hay que pelear cada rebote, y ese fue el cometido extremeño ante las supuestas torres viguesas. Centímetros incapaces de bloquear a sus rivales para asegurar el rechace propio. Si tu rival, bajito, te saca un carro de rebotes de tu aro (cazó 11 para acabar con 37 por 22 de las visitantes) es que no sabes lo básico. O tienes horchata por sangre.
El desastre lo avisó el Arxil en el primer tiempo en Pontevedra hace dos semanas. Si no estás, cualquiera te pisa. El inicio local (8-2, 15-6), con Sofía Ainsa y la camerunesa con pasaporte estadounidense Weledji anotando un festival de triples (4/6 en su suma), advertía. El Celta, además, fallaba penetraciones y bandejas para agrandar sus problemas y Julien, su tiradora, no veía aro. Con ella se alineaba Celia García para compartir errores y entre ambas firmaron un 0/6 en triples que a nivel de equipo acabó en 0/9. Bochornoso.
Solo con nacionales (Noa, Mariona, Coello y Lacorzana más la uruguaya Niski) el Celta apareció (de 22-11 a 22-17). Cuatro abajo al descanso (32-28) no era mal resultado para el juego desplegado. Y las once jugadoras habían salido a pista. Sí, las once.
En la continuación, la fría Marita Davydova (a veces está, otras mengua) anotaba cuatro puntos consecutivos y las de Cantero igualaban (32-32). Lacorzana asistía a Celia y el quinteto celeste tomaba el mando (33-34). Una nadería. De 37-36 a 45-37. El rebote no es solo cuestión de centímetros, sino de bloqueo, colocación y ganas. Y el rival moría por ganarlo en cada salto.
El desastre fue supino en el último cuarto (56-38). Agayhere las lideraba. La defensa, las recuperaciones, aún permitieron alguna esperanza. Los tiros libres (otro ridículo con 9/18), las pérdidas absurdas y la falta de rebote tumbaban las opciones de triunfo. El Celta, incapaz de atacar con orden, fue rascando diferencias con una incómoda presión desde el saque de fondo, lo único valioso de las visitantes. Gracias a eso las bosquistas entraron en los 25 segundos finales con opciones (61-57). Para acabar perdiendo. 

Miralvalle Plasencia (22+10+19+14):
Sofía Ainsa (9), Stacia Robertson (6), Alicia Morales (10), Timawe Weledji (12), Princess Aghayere (16) -cinco inicial-, Andrea Cueva (5), Rosa Garrido (-), Natalia Pizarro (-), Celia Rodríguez (5) y Esther Sánchez (2).
Celta Zorka Recalvi (11+17+10+19): 
Celia García (10), Marita Davydova (11), Lucía Fontela (-), Maja Stamenkovic (7), Mariona Martín (4) -cinco inicial-, Ainhoa Lacorzana (5), Noa Comesaña (7), Florencia Niski (4), Clara Prieto (-), Ángela Coello (6) y Rosemarie Julien (3). 
Árbitros: 
Rodrigo González y Antonio Domínguez (ColegioExtremeño). El principal expulsó al técnico local. Niski fue eliminada por cinco faltas personales (min. 40).
Incidencias: 
Ciudad Deportiva de Plasencia, pabellón conocido como la Bombonera. Aforo limitado. Quinta jornada del grupo A de Liga Femenina 2.

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