Andrea Dapena regresa al Porriño dos años después de abandonar el equipo para ser madre
El Conservas Orbe Porriño inició el pasado lunes la pretemporada con una importante novedad. Andrea Dapena, la primera línea de A Guarda que dejó el equipo hace dos años para ser madre, ha regresado al conjunto que entrena este curso Isma Martínez para completar una plantilla en la que se reúne así de nuevo con su hermana Alba.
Andrea reconoce que le costó decidirse a volver cuando recibió las llamadas de su técnico y del presidente del club, Estévez. "Me dijeron que contaban conmigo y yo tenía ganas de volver, pero me lo pensé mucho más que otras veces por la situación en la que estoy, con la niña y teniendo que compaginar el trabajo con los entrenamientos y los partidos, pero al final caí", explica la jugadora guardesa, que contó con el aliento de su entorno más cercano: "Mi pareja me dijo que adelante y para mí eso era muy importante, que te apoyen en la decisión. Luego, mi familia me ayuda con la niña para poder conciliar el trabajo y el deporte".
En realidad, la mayor de las Dapena nunca llegó a desvincularse del todo del Porriño. "Íbamos a todos los partidos porque mi hermana seguía jugando y mi pareja también, así que al final estábamos allí siempre. Cuando lo dejé lo tenía muy claro porque llevaba muchos años, estaba un poco cansada de los viajes y quería ser madre, pero ahora me han vuelto las ganas de jugar y eso es lo principal", apunta una Andrea que asegura que "lo que quiero, sobre todo, es disfrutar del balonmano, que siempre ha sido mi pasión. Además, quiero aportar lo máximo y encontrar mis mejores sensaciones después de ser mamá". Y, de momento, parece que lo está consiguiendo, porque a sus 34 años, destaca que "llevamos dos entrenamientos y la verdad es que me sentí muy bien. Pensé que me iba a costar más, pero de momento estoy contenta con el rendimiento".
Porque, en realidad, nunca ha dejado de hacer deporte: "Soy una persona muy constante. Mientras estaba embarazada, hice natación y después iba a correr y al gimnasio. Me gustan otros deportes, pero ninguno como el balonmano".
La primera línea retoma la competición de élite justo cuando la División de Honor femenina ha reducido el número de equipos a doce. "Creo que va a ser una liga más igualada que en temporadas anteriores. No habrá tanta diferencia entre los equipos de arriba y los de abajo", sostiene Andrea, que aun así considera que el Guardés, gran rival del Porriño en la máxima categoría, "debería partir otra vez como favorito en los derbis por la clasificación del año pasado, pero espero que no exista tanta diferencia como otros años, tanto con ellos como con el resto de los rivales".
En este sentido, cree que el conjunto porriñés "se ha reforzado bien este verano y podemos hacer cosas bonitas. Uno de los objetivos es entrar en la fase final de la Copa de la Reina, que la campaña pasada no se consiguió, y otro estar lo más arriba posible en una liga que va a ser muy competida".
Para ello, la jugadora confía en el talento del nuevo entrenador del primer equipo, Isma Martínez, que sustituye a Abel Estévez. "Ya me había entrenado (como ayudante de Estévez) y fue otro de los motivos de mi regreso. Sé lo que quiere, cómo trabaja y me gusta mucho cómo entrena", concluye el último refuerzo del Orbe Porriño.
Andrea reconoce que le costó decidirse a volver cuando recibió las llamadas de su técnico y del presidente del club, Estévez. "Me dijeron que contaban conmigo y yo tenía ganas de volver, pero me lo pensé mucho más que otras veces por la situación en la que estoy, con la niña y teniendo que compaginar el trabajo con los entrenamientos y los partidos, pero al final caí", explica la jugadora guardesa, que contó con el aliento de su entorno más cercano: "Mi pareja me dijo que adelante y para mí eso era muy importante, que te apoyen en la decisión. Luego, mi familia me ayuda con la niña para poder conciliar el trabajo y el deporte".
En realidad, la mayor de las Dapena nunca llegó a desvincularse del todo del Porriño. "Íbamos a todos los partidos porque mi hermana seguía jugando y mi pareja también, así que al final estábamos allí siempre. Cuando lo dejé lo tenía muy claro porque llevaba muchos años, estaba un poco cansada de los viajes y quería ser madre, pero ahora me han vuelto las ganas de jugar y eso es lo principal", apunta una Andrea que asegura que "lo que quiero, sobre todo, es disfrutar del balonmano, que siempre ha sido mi pasión. Además, quiero aportar lo máximo y encontrar mis mejores sensaciones después de ser mamá". Y, de momento, parece que lo está consiguiendo, porque a sus 34 años, destaca que "llevamos dos entrenamientos y la verdad es que me sentí muy bien. Pensé que me iba a costar más, pero de momento estoy contenta con el rendimiento".
Porque, en realidad, nunca ha dejado de hacer deporte: "Soy una persona muy constante. Mientras estaba embarazada, hice natación y después iba a correr y al gimnasio. Me gustan otros deportes, pero ninguno como el balonmano".
La primera línea retoma la competición de élite justo cuando la División de Honor femenina ha reducido el número de equipos a doce. "Creo que va a ser una liga más igualada que en temporadas anteriores. No habrá tanta diferencia entre los equipos de arriba y los de abajo", sostiene Andrea, que aun así considera que el Guardés, gran rival del Porriño en la máxima categoría, "debería partir otra vez como favorito en los derbis por la clasificación del año pasado, pero espero que no exista tanta diferencia como otros años, tanto con ellos como con el resto de los rivales".
En este sentido, cree que el conjunto porriñés "se ha reforzado bien este verano y podemos hacer cosas bonitas. Uno de los objetivos es entrar en la fase final de la Copa de la Reina, que la campaña pasada no se consiguió, y otro estar lo más arriba posible en una liga que va a ser muy competida".
Para ello, la jugadora confía en el talento del nuevo entrenador del primer equipo, Isma Martínez, que sustituye a Abel Estévez. "Ya me había entrenado (como ayudante de Estévez) y fue otro de los motivos de mi regreso. Sé lo que quiere, cómo trabaja y me gusta mucho cómo entrena", concluye el último refuerzo del Orbe Porriño.
