El Celta asaltó anoche San Mamés, un estadio que casi nunca se le ha dado bien a lo largo de la historia, aplicando la misma receta con la que derrotó al Granada en la jornada anterior: intensidad, presión alta y posesión con criterio. Coudet repitió el once y el resultado fue el mism: victoria celeste.
Coudet repite once inicial
El Celta encadenó ayer el cuarto partido con un once prácticamente idéntico, el último que dirigió Óscar García Junyent, ante el Elche, y los tres con Eduardo Coudet en el banquillo, frente a Sevilla, Granada y, ayer, Athletic Club. El técnico celeste ni siquiera varió el centro de la zaga, en el que Aidoo aspiraba a relevar a Araujo, y mantuvo el 4-4-2 que le permitió conseguir su primera victoria con el conjunto celeste, en la jornada anterior. Por su parte, Gaizka Garitano alineó también el once esperado, con Unai Salvador en el centro del campo y Villalibre en punta.
Intensidad con faltas
Entró el equipo vigués al campo de San Mamés con la intensidad que le pide su técnico, aunque en esta ocasión acompañada por un exceso de faltas en algunos momentos. La presión alta permitió a los celestes recuperar balones y a los cuatro minutos, una contra llevada por Aspas acabó con un remate de Santi Mina que detuvo Unai Simón. En el 17, Olaza remató desde dentro del área, pero balón salió fuera por poco.
La conexión Muniain-Williams
El Athletic consiguió deshacerse de la presión del Celta en la primera parte, en parte por el poderío de Vencedor en el centro del campo y, en parte también, por la conexión entre Iñaki Williams, que empezó en el costado derecho y acabó como delantero dentro, y Muniain, peligroso en la media punta. Entre los dos dos generaron alguna ocasión antes del descanso, aunque el conjunto de Coudet se defendió con orden hasta el final de esta primera mitad.
Desde la posesión
El Celta se ajustó mejor en los primeros compases de la segunda mitad y se hizo con la posesión de la pelota, no sólo por medio del pase, sino también de la recuperación rápida. De esta manera, desarmó al Athletic y que llegara el gol era cuestión de tiempo. A la hora de juego, un centro de Denis Suárez lo prolongó de cabeza Santi Mina hacia el segundo palo, por donde apareció Hugo Mallo para cabecear al fondo de la portería. Los locales trataron de reaccionar, pero Unai Simón propició la sentencia.
Aspas aprovecha el regalo
En el minuto 78, cuando el Athletic buscaba el empate, el portero local sacó con la mano y Brais interceptó el balón en la frontal del área. Su centro, tras rebote en un pie rojiblanco, lo aprovechó Aspas para sentenciar. El Celta ya cree. n
