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Augusto funda el doble pivote

Augusto Fernández, en el entrenamiento de ayer en A Madroa.
photo_camera Augusto Fernández, en el entrenamiento de ayer en A Madroa.

El papel del argentino en el centro del campo ha dado cuerpo a la apuesta táctica que protagonizó la reacción

En un principio, Eduardo Berizzo, técnico celeste, apostó por el 4-3-3 como base para que el Celta desarrollase su juego. Y le fue bien. Las diez primeras jornadas con una sola derrota así lo ratificaron. Pero llegó la crisis y en la búsqueda de la salida, el entrenador se decidió a retocar su apuesta para recuperar el doble pivote, con un mediapunta más adelantado. Lo ensayó en la derrota ante el Málaga (1-0) en la jornada 15, con Augusto y Krohn-Dehli como ejecutantes, pero le dio ya carácter de apuesta definitiva en el triunfo ante el Córdoba de la jornada 21, de nuevo con el danés y el argentino de coprotagonistas.
Repitieron frente a la Real el siguiente fin de semana, pero el equilibrio no era todavía el deseado por el entrenador. De ahí que en los dos últimos encuentros diese una vuelta de tuerca más al doble pivote y, tras recuperar a Radoja –ausente en San Sebastián por su pubalgia–, situó en él al Serbio junto a Augusto Fernández. Es decir, que en las cuatro últimas jornadas sin derrota –tres victorias y un empate–, el 4-2-3-1 se ha ganado el derecho a ser considerado el dibujo base. Y con Augusto siempre en el corazón para dar ese equilibrio.
El capitán, que llegó a Vigo hace tres veranos como jugador de banda, señaló ayer estar satisfecho con su reconversión. "Estoy en un rol en el que me siento bien, que siento que puedo hacer y puedo ayudar al equipo", señaló. Y apuntó que, "ahora es más notorio, pero desde el principio de temporada he entrado en un medio, pero más como interior, con más llegada y más protagonismo ofensivo. A partir del Málaga, empecé a jugar más centrado".
Para Augusto, el doble pivote está logrando equilibrar el fútbol del equipo. "Es la idea que veníamos trabajando para darle más equilibrio al equipo. Jugué casi todo el año pasado de interior, pero ahora difiere un poco la posición porque estoy más centrado y no ataco, sino que doy más equilibrio. Siento que lo puedo hacer. Las carencias que pueda llegar a tener las voy trabajando durante la semana y con la ayuda de mis compañeros voy mejorando", analizó.
El argentino no quiere arrogarse el papel de jugador fundamental en la reacción de las últimas jornadas. "Me sentiría falto de humildad si digo que ésa fue la clave. El equilibrio que dio todo el equipo a la hora de defender fue una de las claves. Desde la delantera a la defensa. A la hora de atacar, los de atrás tenemos que estar atentos para que no nos sorprendan con contragolpes", señaló.
La posición es nueva para un jugador ya bregado en muchas batallas. "En mis inicios en River sí jugué apoyando a otro pivote, siendo yo el que se soltaba más. Es diferente en este caso, que me toca quedarme. Uno, con el paso de los años y la experiencia que va acumulando, siempre va tratando de hacer lo mejor para cada posición. Y es muy importante el diálogo con el entrenador y con tus compañeros para ir corrigiendo. Me interesa ir mejorando y superándome", afirma ambicioso.

Radoja "es muy inteligente"
En los dos últimos partidos, Augusto ha formado el doble pivote con Nemanja Radoja y el capitán se deshace en elogios hacia su joven compañero en el centro del campo. "No habla mucho nuestro idioma pero es muy inteligente. Y dentro del campo, sólo con mirarnos nos vamos entendiendo. Es un jugador joven, con una proyección enorme y que va muy bien encaminado. Va ir creciendo cada vez más", augura el internacional argentino.n

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