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Artes marciales sin oponente para ponerse en forma

El trainer de Vigo Center, Aitor, posa durante una de las sesiones diarias de fitboxing.
photo_camera El trainer de Vigo Center, Aitor, posa durante una de las sesiones diarias de fitboxing.

El fitboxing es la nueva moda en los gimnasios de Vigo y va ganando adeptos

Boxear al ritmo de música motivadora y sin riesgo a ser golpeado es el nuevo ejercicio de moda en los gimnasios de Vigo para ponerse en forma. El ejercicio en cuestión se llama fitboxing, y se practica de manera individual frente a un saco de boxeo. En la ciudad hay actualmente dos establecimientos –uno en Calle Venezuela y otro en Miraflores, Sárdoma– donde poder apuntarse a las sesiones que organiza Brooklyn Fitboxing, la única cadena que ofrece este tipo de entrenamiento en la península.
Cuenta Rosalía, la directora de Vigo Centro –uno de los dos gimnasios donde poder hacer fitboxing– que "el objetivo de estas sesiones es, sobre todo, desestresarse, distraerse, divertirse y focalizar toda la atención en el entrenamiento, además de mejorar la coordinación y la agilidad y quemar calorías". El Brooklyn Fitboxing de Calle Venezuela cumple mañana un mes y ya están notando una gran acogida por parte de vigueses y viguesas: "Tenemos sobre 12 o 14 personas por sesión", comenta la directora de Vigo Centro. Cabe destacar que estas sesiones no están diseñadas para grupos más grandes de 20 personas.
Los beneficios de la práctica del fitboxing son variados, pero destacan la tonificación del cuerpo y el fortalecimiento del sistema cardiovascular. "El boxeo se centra más en el tema de la fuerza, mientras que con el fitboxing trabajas todo el cuerpo. Además, trabajando al ritmo de la música se hace más entretenido", matiza Rosalía.
Una sesión de fitboxing dura aproximadamente 47 minutos. Después del calentamiento previo, el entrenamiento se divide en ocho 'rounds' en los que se mezclan golpes de boxeo, kickboxing y muay thai alritmo de la música dirigidos por el 'trainer' y con apoyo audiovisual para que cualquiera pueda entender los movimientos sin importar sus conocimientos de artes marciales. Al terminar, se realiza una "vuelta a la calma" con ejercicios de relajación y estiramientos. Lo ideal, comenta Rosalía, sería realizar esta actividad entre dos y tres veces a la semana.n

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