El Guardés batió al Granollers con una Patrícia Lima diferencial y ya es tercero
El Guardés está de vuelta. "Aquí vamos de nuevo", cantaba Whitesnake en los 80. Dando algún que otro tumbo durante el partido, sí. Pero está. Le costó. Mucho. Pero se ha encaramado a la tercera plaza cuando necesitaba una ráfaga de aliento, una señal para disfrutar durante unos días a la espera de los tres desplazamientos que le tocan seguidos (Gijón, Canarias y Elche) entre el 24 de este mes y el 1 de mayo. Un chute de ilusión y optimismo.
Como ante el Elche, el marcador se resolvió con un 24-23. Aunque con otras connotaciones. Este fue engañoso. De hecho, esta vez acabó así por demérito propio, pues las de Prades estuvieron demasiado relajadas en los dos minutos finales. Con todo, estos dos puntos son tan buenos como aquellos.
Y mejores si me apuran. ¿Cómo pudo perder el Granollers con tres arriba (11-14) y dos inferioridades locales en los 5 primeros minutos de la segunda parte? Porque volvió el equipo, porque su central, Patrícia Lima, dio un recital en unos minutos maravillosos y porque las lanzadoras del rival se toparon con la madera o probaron a ser escopeta de feria. Y por la defensa, recuperadora de varias posesiones, lanzadora de contragolpes. 15 minutos excelentes.
Un inciso. Lima, que seguro que ataca los nervios de su técnico cuando arriesga algún pase, posee una pasmosa visión del juego. Ayer se vio de nuevo. El partido duró dos tiempos de 30 minutos, pero todo se coció en el primer cuarto de hora del segundo. Cuando la de Matosinhos quiso. Antes, salvas de artillería (4-1, 4-4, 8-6, 9-10). La portera rival paraba, pero las catalanas no terminaban de mandar. Se colocaron tres por delante (9-12) sin una sensación clara de que las miñotas estuviesen noqueadas. A 5 segundos del descanso, la viguesa Carmen Prelchi sacaba una exclusión a Valero y se anunciaban nubarrones. Error.
Buforn inició las hostilidades. (12-14 y 13-14). Lima provocaba falta en ataque de Guarieiro, le paraba Nicole Wiggins un lanzamiento y se iba dos minutos a pensar al banquillo. Volvió para poner orden.
La central lusa empezó a regalar asistencias. Dos a Carla para ponerse por delante (min. 42), más un gol suyo para colocar el 18-16 con un perfecto e inesperado lanzamiento en apoyo (18-16). La defensa local estaba ágil para robar. Recuperación de Descalzo, Lorena a la carrera y 19-16. Sandra Santiago anotaba (20-16, min. 35). Tiempo del KH7. Nada que hacer.
La defensa hizo el resto. Había un equipo centrado y otro fuera del duelo. Nuevo tiempo visitante. Defensa adelantada a media pista, parsimonia gallega. Excesiva. A veinte segundos, el Granollers se acercó (24-23). Pero le faltó tiempo.
Como ante el Elche, el marcador se resolvió con un 24-23. Aunque con otras connotaciones. Este fue engañoso. De hecho, esta vez acabó así por demérito propio, pues las de Prades estuvieron demasiado relajadas en los dos minutos finales. Con todo, estos dos puntos son tan buenos como aquellos.
Y mejores si me apuran. ¿Cómo pudo perder el Granollers con tres arriba (11-14) y dos inferioridades locales en los 5 primeros minutos de la segunda parte? Porque volvió el equipo, porque su central, Patrícia Lima, dio un recital en unos minutos maravillosos y porque las lanzadoras del rival se toparon con la madera o probaron a ser escopeta de feria. Y por la defensa, recuperadora de varias posesiones, lanzadora de contragolpes. 15 minutos excelentes.
Un inciso. Lima, que seguro que ataca los nervios de su técnico cuando arriesga algún pase, posee una pasmosa visión del juego. Ayer se vio de nuevo. El partido duró dos tiempos de 30 minutos, pero todo se coció en el primer cuarto de hora del segundo. Cuando la de Matosinhos quiso. Antes, salvas de artillería (4-1, 4-4, 8-6, 9-10). La portera rival paraba, pero las catalanas no terminaban de mandar. Se colocaron tres por delante (9-12) sin una sensación clara de que las miñotas estuviesen noqueadas. A 5 segundos del descanso, la viguesa Carmen Prelchi sacaba una exclusión a Valero y se anunciaban nubarrones. Error.
Buforn inició las hostilidades. (12-14 y 13-14). Lima provocaba falta en ataque de Guarieiro, le paraba Nicole Wiggins un lanzamiento y se iba dos minutos a pensar al banquillo. Volvió para poner orden.
La central lusa empezó a regalar asistencias. Dos a Carla para ponerse por delante (min. 42), más un gol suyo para colocar el 18-16 con un perfecto e inesperado lanzamiento en apoyo (18-16). La defensa local estaba ágil para robar. Recuperación de Descalzo, Lorena a la carrera y 19-16. Sandra Santiago anotaba (20-16, min. 35). Tiempo del KH7. Nada que hacer.
La defensa hizo el resto. Había un equipo centrado y otro fuera del duelo. Nuevo tiempo visitante. Defensa adelantada a media pista, parsimonia gallega. Excesiva. A veinte segundos, el Granollers se acercó (24-23). Pero le faltó tiempo.
