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Hiroshima recibirá 2.200 grullas de papel del Valle-Inclán

Los escolares se mostraron orgullosos de haber superado el reto con creces.
photo_camera Los escolares se mostraron orgullosos de haber superado el reto con creces.
El colegio tiene un club de convivencia que promueve la resolución pacífica de conflictos y anima a presentar propuestas
nnn Un total de 2.200 grullas de papel elaboradas desde octubre pasado por escolares del colegio vigués Valle-Inclán se enviarán estos días al Parque de la Paz de Hiroshima (Japón). Era el reto que se plantearon para celebrar el Día de la Paz, que tuvo lugar el 30 de enero, para lograr que se cumpla su deseo colectivo de que termine todo tipo de maltrato y que los distintos gobiernos trabajen por la paz mundial. El colegio se inspiró en la historia de la niña japonesa Sadako Sasaki, que sobrevivió a la bomba atómica el 6 de agosto de 1945 pero murió pocos años después de una leucemia. Con ella nació la tradición de hacer grullas de papel, que se convirtieron en el  símbolo de las víctimas infantiles de la bomba atómica y que se envían desde todo el mundo al monumento de Sadako en Japón. 
El alcalde, Abel Caballero, y la concejala Yolanda Aguiar, junto con el delegado territorial de Eduación, César Pérez Ares, asistieron a la lectura del manifiesto realizada en el Valle Inclán, que cuenta desde ayer con un pasillo de la paz bautizado como Sadako Sasaki. En este pasillo colgaban ayer numerosas guirnaldas hechas a base de grullas de papel y en sus paredes se podían leer las peticiones de escolares de distintos colegios de la ciudad para toda la sociedad, así como los compromisos que adquieron de forma personal desde no pelear a donar comida, ropa y juguetes a los pobres o cuidar el medio ambiente, entre otros.
El alcalde felicitó a los alumnos y a toda la comunidad educativa por su iniciativa, destacó también la importancia de tener valores comola paz y apostó por el diálogo como forma de  resolver problemas.
El CEIP Valle Inclán, que cuenta con 70 alumnos, tiene un club de convivencia que se reúne todos los viernes para conocer las propuestas de los alumnos para mejorar cosas, desde el uso del patio a la creación de un club de radio. La profesora Paula Rey explica que se trata de dar voz a los alumnos, de enseñarles la resolución pacífica de conflictos y que aprendan a gestionar ellos mismos las necesidades. Airane, un alumna de 6º de Primaria, cuenta que había unos troncos en el patio y propusieron  hacer una cabaña. El centro lo aceptó y a la vuelta de la Navidad se la encontraron hecha y envuelta en un enorme papel de regalo. “Es fácil protestar, nosotros damos la vuelta a eso y lo convertimos en propuestas”, señala la docente.n
 

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