Joven y con las ideas muy claras, Loreto Sesma expone sin complejos lo que supone para ella ser mujer y ser feminista. Ayer presentó en la Casa del Libro su última publicación, “La Princesa”, donde aborda estas cuestiones, de las que habló para los lectores de Atlántico.
La encuadernación y presentación de “La Princesa” ya es toda un declaración de intenciones. ¿Se implicó en el estilo de publicación?
Sí. Voy aprendiendo con la práctica. Sabía lo que quería desde el principio. Buscamos una portada simple, sin ilustraciones, que superpusiera mi propuesta a la de “El Príncipe” de Maquiavelo, título para el que elegimos la letra Times por ser una tipografía de las publicaciones clásicas y por encima, como un brochazo rojo, “La princesa”, en una tipografía similar; no quería cursiva, me parecía infantil. Quería que en una sola imagen mostrará lo que era el libro, una nueva versión de un clásico.
Si “El Príncipe” de Maquiavelo es un ensayo, ¿qué es “La Princesa”?
No tiene un género en sí. Me encanta Maquiavelo y quería que fuese también un tratado social y político, pero llevarlo a un plano más íntimo y personal. Para lograr esa identificación opté por contar una historia personal.
En este texto aborda el feminismo desde distintos puntos de vista, ¿por qué escoge Maquiavelo como referente?
Por muchos motivos. No hay otro tratado político y social como “El Príncipe”. En su filosofía lleva la contraria a todos los principios éticos clásicos. No diferencia entre el bien y el mal, porque el ser humano siempre escoge mal y no se puede remediar, ya que la historia no se puede cambiar. Ahí es donde lo contradigo, yo creo que sí se puede cambiar y reescribir la historia.
Critica la sobreexposición que sufre el feminismo. ¿No justifica tanta presencia social?
Como pasa con todo, el feminismo se ha convertido un poco en moda. Hay personas que se declaran feministas, pero no saben de qué están hablando, ni de qué va la lucha, se limita a un simple eslogan que se tiene que proclamar en público.
Asegura que su lucha por el feminismo consiste en ser una mujer consciente. ¿Qué significa?
Siempre me dijeron que sí me quejaba por algo tenía que saber qué haría yo para solucionarlo. Yo me reivindico como feminista siendo mujer y actuando con libertad. Antes había referentes feministas que luchaban por defender los derechos de la mujer, ahora aplauden la libertad, pero cuando alguien quiere ser libre, la señalan. No es coherente. Existe una tendencia que solo entiende el feminismo de una manera y todo lo que salga de ahí, ya no lo es. No nos permite ser dueñas de nosotras.
¿Y su imagen, alejada del prototipo de escritora, forma parte de esa rebeldía?
Siempre he tenido libertad para hacer las cosas como quiero. Muchas veces me han dicho que si no subo a las redes unas fotos posando de determinada pose me van a tomar más en serio como escritora. Si hago caso a todos los comentarios, me voy a volver esquizofrenia. Prefiero ser yo misma y arreglarme y sentirme guapa cuando me apetece.
