El delantero del Celta cierra este año el primer tramo de su contrato
El 26 de julio de 2022, casi un mes después de que el Celta cerrase la venta de Brais Méndez a la Real Sociedad, desde el conjunto donostiarra llegaba a Vigo un delantero de 21 años internacional sub-21 con experiencia en Segunda División: Julen Lobete. El prometedor futbolista firmaba con el conjunto vigués por cuatro temporadas, las dos primeras con ficha del filial. Pero en todo este tiempo, ni tan siquiera ha entrenado un día en Mos, ya sea con el conjunto A o con el B. Para el celtismo, el ariete de Lezo sigue siendo un total desconocido, pese a formar parte, sobre el papel, de la disciplina céltica.
El pasado sábado, Lobete anotó uno de los dos goles con los que el Andorra, conjunto en el que se encuentra cedido esta temporada y que pelea con denuedo por evitar el descenso en Segunda, se impuso al Eldense. Se trata del tercer tanto del vasco esta campaña, en la que ha jugado 24 encuentros como titular, incluidos los dos últimos tras el despido del técnico Eder Sarabia.
Compañero de equipo de dos excélticos como Diego Alende y Diego Pampín, el delantero afronta la recta final de temporada sin tener claro su futuro tras el verano, incertidumbre que se suma a la clasificatoria de un equipo que está a dos puntos de la permanencia a falta de ocho jornadas. En el momento de su fichaje, no se concretó si tras las dos primeras campañas había alguna posible salida pactada, pero suele ser norma en este tipo de acuerdos en el caso del Celta. Aunque las posibilidades se multiplican ante la posibilidad de que el Celta B pueda ascender al fútbol profesional.
La pasada campaña, Lobete estuvo cedido en el RKC Waalwijk de la liga neerlandesa, cerrándola con 29 partidos -12 de ellos como titular-, 4 goles y 3 asistencias. Sin pasar por Vigo para la pretemporada, se pactó la actual cesión en el Andorra. En cuestión de poco más de mes y medio, su nombre volverá a sonar. Un desconocido.
