Una avanzadilla de 150 celtistas

La Federación de Peñas organiza un viaje saliendo a la medianoche de mañana y volviendo el domingo.
photo_camera La Federación de Peñas organiza un viaje saliendo a la medianoche de mañana y volviendo el domingo.
Mendizorroza será el destino del primer viaje organizado del celtismo desde marzo de 2020 debido a la pandemia

Desentumecer los músculos del celtismo. Esos que quedaron paralizados por el pandemia y el cierre de los estadios. Algunos ya están recuperando el ejercicio perdido con los encuentros en casa, aunque lentamente a tenor del número de celtistas presentes en las gradas del estadio municipal vigués. Y ejercitar el resto es la motivación del desplazamiento de este fin de semana a Vitoria para acompañar al equipo en su visita del sábado al Alavés.  Como es lógico, no se alcanzan los números de otrora, pero 150 valientes han reservado su entrada y se desplazarán hasta la capital vasca.

Es meritorio porque no ha sido nada sencillo. De salida, la Federación de Peñas, por un lado, y Carcamáns y Merlegos de forma conjunta, por otra, comenzaron a organizar el viaje. Tras el empate ante el Barcelona, el ánimo se reavivó. Pero en los siguientes días las noticias sobre el repunte de casos de Covid, especialmente en el País Vasco, hicieron daño al llamamiento. Así la federación se quedó como única organizadora.

Mientras, el Celta actuaba de hilo conductor y abría la reserva de entradas para la grada visitante en Mendizorroza. Tras dos días abierta, la cerraba el pasado martes con 150 peticiones, de las que 120 se corresponden con el mentado viaje de los peñistas y el resto corresponden a aficionados que viajen por libre.

Sea como sea, se trata del primer desplazamiento organizado de aficionados celestes después de la pandemia. El anterior había sido, precisamente, el de Getafe el 7 de marzo de 2020, apenas unos días antes de que comenzasen las medidas restrictivas por la pandemia, entre ellas la paralización de la Liga. Cuando se retomó la competición, ya no se pudieron retomar los viajes porque lo estadios permanecieron cerrados hasta la presente campaña e, incluso, vetados a las aficiones visitantes hasta el pasado mes de octubre.

Entre los más irreductibles, las ganas no se han perdido. Cuestiones como el día y la hora de disputa de los partidos han impedido muchos planes. Pero en la visita al Rayo Vallecano del pasado día 1 ya hubo celtistas que se hicieron presentes, pese a que el conjunto madrileño no habilitó grada visitante como tal al estar su estadio en obras.  Ahora, ya con todas las de la ley, vuelve el celtismo a la carretera.

Aquella visita de semifinal

El Celta ha visitado al Alavés en 33 ocasiones a lo largo de la historia, la primera el 19 de mayo de 1929 y la última el 4 de abril de este año. Más allá del pírrico balance -6 victorias, 9 empates y 18 derrotas-, probablemente ninguna visita tan memorable para el actual celtismo como la del 8 de febrero de 2017, en la vuelta de la semifinal de Copa.

Entonces sí que hubo un desembarco importante del celtismo, con 800 personas en la esquina de Mendizorroza. Animando primero y llorando después la eliminación por un gol de Edgar. Aquel equipo de Eduardo Berizzo, el que unas semanas después jugaría y perdería también la semifinal de Liga Europa, contó con el apoyo de su afición. El de hoy de Eduardo Coudet, también. Aunque, lógicamente, menor por las circunstancias que rodean a ambas citas.

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