¡salta ya!

Al día de hoy, el personal sigue como siempre, sin participar activamente en algunas cuestiones públicas, y de ahí las consecuencias de tener que apechugar con las malas prácticas de nuestros políticos que las más de las veces están muy lejos de luchar por un mundo donde se hagan las cosas pensando en la mayoría.
Todo está por hacer pero hay que participar activamente en su construcción ante una borrasca política de incalculables consecuencias que nos arrastra con inusitada intensidad como marionetas manipuladas por el poder económico que mueven los hilos de la política según sus propios intereses. Se olvidan así los intereses prioritarios del pueblo y se mantiene a un nutrido grupo de corruptos en puestos clave (lo que se puede apreciar en los continuos casos) al tiempo que se coartan los derechos y libertades de los ciudadanos.

Para entonces el personal habría de plantearse quizá que si quiere conseguir una sociedad más igualitaria tiene que involucrarse en ello sin dejarse deslumbrar por promesas o de que alguien venga y solucione nuestros problemas sin tomar decisiones en el único lugar en el cual lo podemos remediar la calle o las urnas.

Hay que pararles los pies sin que exista una razón que nos permita pensar que algo pueda mejorar por si mismo ¿A qué tenéis miedo? Y en particular hago mención a los jóvenes porque siempre han sido la vanguardia de la lucha contra todo tipo de desigualdades en lo que son nuestros derechos y nuestras libertades.

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