Que hoy dejan sentir su silencio y soledad para decir 'basta ya', de muertes inocentes, chantaje absurdos y traiciones a la carta, fruto todo ello de treinta años de una complicidad política, para hacerle el juego a estos asesinos de ETA hoy, convictos y confesos.
Lo que llena de tristeza es el nuevo engaño que inventaron nuestros políticos. ETA ya no mata y está derrotada. Los hechos nos demuestran todo lo contrario. No se arrepintieron, no pidieron perdón a sus víctimas, no colaboraron con la justicia y lo más importante, no entregaron sus armas. Nuestra pasividad y cobardía les facilitó entrar en las instituciones y pretenden doblegarlas a sus requerimientos destructivos.
Lo vivido en Durango, todo ello confirma que escenificaron el grado de fractura que vive hoy el País Vasco, donde los verdugos, siguen acosando a sus víctimas y se permiten el lujo de exigir y amenazar sin aportar perdón ni arrepentimiento por sus crímenes horribles. 'Los vuestros al hoyo y los nuestros a su casa', así le gritaban en las calles de Mondragón, cuando una caravana de víctimas recorría el País Vasco. Llama poderosamente la atención que un solo periodista y de la cadena Intereconomía (Cake Minuesa), fue el valiente interruptor de aquella rueda de prensa, o bodrio de la vergüenza, para, dirigiéndose al grupo de etarras presentes y viéndoles a los ojos fijamente les preguntó: ¿por qué ustedes no se atreven a pedirle hoy perdón a sus víctimas por el dolor causado, en vez de sus exigencias irreales y un tanto exacerbadas, a nosotros y al estado de derecho? Su silencio lo dijo todo... Felicitaciones Minuesa por su valentía.
Y con este sambenito cargó el PP al llegar al gobierno en 2011 para seguir cumpliendo aquella hoja de ruta vergonzosa, traicionando a sus votantes y a todas las víctimas del terrorismo, que utilizamos como conejillos de indias en la campaña, tal vez y sin miedo a equivocarme, estamos cometiendo hoy, los mismos errores de antaño, así llegamos al 2014, priorizando lo económico y descuidando lo político y policial. Los resultados hablan por sí solos, con alguna diferencia y acuciante hoy, tenemos tres frentes abiertos, ETA, Cataluña y los destrozos económicos y sociales, heredados. Ellos no permiten descuidos y errores al actual gobierno. La decepción es latente y es obligante para Mariano Rajoy actuar y cumplir los compromisos adquiridos con sus votantes y el país, y no volver a tropezar en la misma piedra, aquella que la banda ETA y sus cómplices, disfrazan hoy de conflicto. Aquel que ellos iniciaron hace ya treinta años, matando y extorsionando unilateralmente. Hoy solo ellos deben ayudar a poner fin al mismo, pidiéndoles perdón a todas sus víctimas y arrepintiéndose del dolor causado, colaborando con la justicia para esclarecer los que siguen ocultos y entregar sus armas. Solo así la sociedad le abrirá las puertas de la reconciliación, sin los artilugios farsantes, que algunos cómplices tratan hoy de justificar, eludiendo su responsabilidad. Así llegan al antiguo matadero de Durango, mudos y sin respuesta reconciliadora. Viene a nuestra mente la tristeza que sentirían hoy, quienes naciendo en ese bendito pueblo de Durango, y le dieron nombre y prestigio universal. Entre ellos están, Bruno Mauricio Zabala, quien fuera gobernador de Buenos Aires y fundador de la ciudad de Montevideo, o quien fuera el primer obispo de la ciudad de Méjito, Fray J. de Zumarraga. Honor a quien ello merece.
Lo vivido en Durango, todo ello confirma que escenificaron el grado de fractura que vive hoy el País Vasco, donde los verdugos, siguen acosando a sus víctimas y se permiten el lujo de exigir y amenazar sin aportar perdón ni arrepentimiento por sus crímenes horribles. 'Los vuestros al hoyo y los nuestros a su casa', así le gritaban en las calles de Mondragón, cuando una caravana de víctimas recorría el País Vasco. Llama poderosamente la atención que un solo periodista y de la cadena Intereconomía (Cake Minuesa), fue el valiente interruptor de aquella rueda de prensa, o bodrio de la vergüenza, para, dirigiéndose al grupo de etarras presentes y viéndoles a los ojos fijamente les preguntó: ¿por qué ustedes no se atreven a pedirle hoy perdón a sus víctimas por el dolor causado, en vez de sus exigencias irreales y un tanto exacerbadas, a nosotros y al estado de derecho? Su silencio lo dijo todo... Felicitaciones Minuesa por su valentía.
Y con este sambenito cargó el PP al llegar al gobierno en 2011 para seguir cumpliendo aquella hoja de ruta vergonzosa, traicionando a sus votantes y a todas las víctimas del terrorismo, que utilizamos como conejillos de indias en la campaña, tal vez y sin miedo a equivocarme, estamos cometiendo hoy, los mismos errores de antaño, así llegamos al 2014, priorizando lo económico y descuidando lo político y policial. Los resultados hablan por sí solos, con alguna diferencia y acuciante hoy, tenemos tres frentes abiertos, ETA, Cataluña y los destrozos económicos y sociales, heredados. Ellos no permiten descuidos y errores al actual gobierno. La decepción es latente y es obligante para Mariano Rajoy actuar y cumplir los compromisos adquiridos con sus votantes y el país, y no volver a tropezar en la misma piedra, aquella que la banda ETA y sus cómplices, disfrazan hoy de conflicto. Aquel que ellos iniciaron hace ya treinta años, matando y extorsionando unilateralmente. Hoy solo ellos deben ayudar a poner fin al mismo, pidiéndoles perdón a todas sus víctimas y arrepintiéndose del dolor causado, colaborando con la justicia para esclarecer los que siguen ocultos y entregar sus armas. Solo así la sociedad le abrirá las puertas de la reconciliación, sin los artilugios farsantes, que algunos cómplices tratan hoy de justificar, eludiendo su responsabilidad. Así llegan al antiguo matadero de Durango, mudos y sin respuesta reconciliadora. Viene a nuestra mente la tristeza que sentirían hoy, quienes naciendo en ese bendito pueblo de Durango, y le dieron nombre y prestigio universal. Entre ellos están, Bruno Mauricio Zabala, quien fuera gobernador de Buenos Aires y fundador de la ciudad de Montevideo, o quien fuera el primer obispo de la ciudad de Méjito, Fray J. de Zumarraga. Honor a quien ello merece.
