LA AMENAZA DEL CORONAVIRUS

Cerradas las fronteras: Tui permite el paso de transportistas y trabajadores con largas colas

La Guardia Civil y la GNR blindan la frontera portuguesa que solo conserva el paso de Tui-Valença.
photo_camera La Guardia Civil y la GNR blindan la frontera portuguesa que solo conserva el paso de Tui-Valença.
Los gobierno de los dos países también aprueban la suspensión del tren Vigo-Oporto

 La frontera se blinda para impedir el contagio del coronavirus. Los gobiernos de España y Portugal decidieron cerrar los pasos fronterizos. En Galicia solo quedará abierto el de Tui, regresando así a los años anteriores a la entrada en vigor de Schengen, cuando en toda la raia húmeda sólo se podía cruzar por el viejo puente de hierro, que ahora deja el protagonismo al de la autovía. Además, también se suspendió el tráfico ferroviario entre Vigo y Oporto y desde el domingo el servicio de ferry entre las localidades de A Guarda y Caminha.
  Los controles, que ya se hacían de forma menos intensiva en días anteriores, eran permanentes desde ayer, momento en el que España y Portugal acordaron poner freno al trasiego de personas y vehículos que se estaba registrando en  algunos puestos fronterizos. Uno de ellos era el de Tui, por el que este pasado fin de semana numerosos gallegos y portugueses cruzaron sin  problema, registrándose la presencia de clientes gallegos en los restaurantes y bares, que permanecían abiertos hasta las 21 horas y con un aforo máximo del 30% de su capacidad. 
La situación llegó a ser tan preocupante en algunos momentos, que el propio alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, llegó a informar de la situación a la Subdelegación de Gobierno para que se tomaran medidas. El motivo del movimiento fronterizo no era otro que en Portugal los establecimientos de hostelería seguían abiertos, aunque con restricción horaria y de aforo. Además, muchos vecinos de las localidades de la frontera acudían durante el pasado fin de semana a hacer sus compras a los centros comerciales y grandes superficies de los municipios del Alto Minho, presencia que fue evidente en muchas localidades como Valença de Minho, Caminha y Vila Nova de Cerveira. 

Los primeros controles
Desde el domingo al mediodía el tráfico comenzó a ser controlado  a ambos lados de los cinco puentes que cruzan el Miño con la instalación  de controles de la Guardia Civil, del lado español, y de la Guardia Nacional Republicana (GNR), del portugués. Además, en el caso de Tui, la vigilancia estuvo reforzada por efectivos de la Policía Local tudense. 
Los agentes controlaban ya ayer  los coches que pretendían atravesar alguno de los puentes -ahora sólo queda abierto el de Tui- y sólo dejaban pasar a aquellos que se dirigían al país vecino para trabajar. En los polígonos de Valença, Cerveira e incluso más hacia el sur, es muy frecuente la presencia de trabajadores procedentes del Baixo Miño.
 A su vez, tampoco son infrecuentes los trabajadores portugueses que acuden a diario a las empresas gallegas de los polígonos de Porriño o a empresas que dan sus servicios en Galicia. Entre las excepciones que se permiten en esta restricción del tráfico también  se encuentra el transporte de mercancías y el paso de ciudadanos que puedan demostrar que se desplazan por una emergencia, ya sea para atender un familiar o porque están de regreso a sus domicilios habituales. El objetivo de estos controles policiales es acabar con el trasiego de vehículos en la frontera por motivos de ocio o para ir a comprar.
La Delegación del Gobierno en Galicia en Galicia aseguraban  ayer por la mañana que la situación en la frontera portuguesa es de "completa normalidad con refuerzo de los controles para informar a los ciudadanos y sin incidentes reseñables".  n

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