En todas partes hay expertos en negociar con las ilusiones de la gente, en este caso por partida doble, las madres y los padres que esperan con expectación las primeras ecografías de sus futuros hijos. A medida que la ciencia avanza lo hacen los medios técnicos, y de aquellas ecografías borrosas en las que había que echar imaginación para ver lo que decían los ginecólogos se ha pasado a las realizadas en 5G que muestran todos los rasgos físicos de los nasciturus, si su posición lo permite. Son más caras, eso sí. Y para ahorrar una clínica argentina ha repartido las mismas imágenes a varias madres que se han dado cuenta del burdo engaño. Antes las predicciones sobre el sexo de los bebés se realizaban por procedimientos más analógicos, pero con la misma intención de que los padres aguantaran esperanzados la espera. Se cuenta que un prestigioso ginecólogo de la capital decía a los padres el sexo de su futuro retoño, pero apuntaba el otro sexo en la historia clínica. Si al final el bebé nacía con el sexo que les había anunciado todos contentos, pero si ocurría lo contrario, les mostraba lo que había apuntado en su día y les decía que quizá no le habían entendido bien. Siempre acertaba.
