Opinión

La table

Lo que ha hecho el presidente ruso, Vladimir Putin, con el presidente francés, Emmanuel Macron recuerda, salvando las distancias, a los escasos segundos que el presidente de EE UU, Joe Biden, dedicó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en aquel encuentro del pasillo que duró menos de un minuto y que dio lugar a muchas chanzas. Putin ha sentado a Macron en el extremo de une table de cinco metros de largo en un salón con reverbero en el que resultaba difícil oír y muchos más escucharse.  Y parece que esa fue la causa por la que Macron realizó unas afirmaciones sobre la actitud belicosa de Moscú que el Kremlin se encargó de desmentir al minuto siguiente y relegó a Francia al papel de llevar el botijo de la OTAN en la que manda Estados Unidos. Que conste que cualquier intento de rebajar la tensión en la frontera de Ucrania y evitar la escalada militar es más que loable y que del zar Putin no hay que fiarse. 

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