Opinión

El viernes negro

En mi vida había oído hablar del “Black Friday” y cuando escuché por primera vez esta denominación tan pintoresca me sonó bien a cataclismo financiero bien a película de terror o de piratas. Un viernes negro es, de toda la vida del Señor, un viernes distinguido por alguna consecuencia dramática como le ocurre a todo lo que es negro en este mundo o al menos eso es lo que se ha logrado aplicando la semántica. Por ejemplo, las bandas de rock de los 70 que llevaban algo de negro en su nombre de guerra tenían un mucho de truculento y enigmático y resultaba aconsejable estudiar sus portadas y escuchar sus discos del revés por si contenían alguna llamada al maligno perdida entre las difíciles armonías de su música salvaje. He tenido muchos amigos que se han pasado tardes enteras pasando a la inversa las cintas de “Black Sabath” a ver si se es verdad que se escuchaban letanías diabólicas.
Sin embargo, no hay en esta fecha tan aparentemente siniestra nada que pueda inquietarnos y este año he sabido que se trata de una jornada comercial en la que se vende todo de rebajas incluyendo en el lote de negocios que se han unido a la promoción incluso entidades inmobiliarias. En este viernes negro y extensible a unos cuantos días de la semana, se reduce el precio de los productos que es una cosa muy favorable y muy sana. Se favorece el consumo y se fomenta la demanda. Ahora que Pablo Iglesias presenta su plan de choque contra la crisis y su programa económica se apoya en el concepto de que España es rica, una jornada en la que se nos permita gastar la pasta y llevarnos productos a casa es una cosa muy de agradecer aunque nos llevemos una regadera sin agujeros o una sierra sin dientes. Iglesias quiere más funcionarios y mejores salarios, una concepción al parecer muy nórdica del Estado que a los nórdicos debe funcionarles bien pero los nórdicos cuando quieren liberarse y ser más felices se vienen a España. Nada de grandes inversiones, banca pública que haga fluir el crédito, muchos trabajadores sociales y renta básica. Lo que hay que saber ahora es cómo se paga eso porque el papel todo lo aguanta.
No te acostarás sin saber una cosa más y yo ya sé lo que es el “Black Friday”. Otra cosa es que lo ponga en práctica.

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