Opinión

Asalto al Congreso

El referéndum revocatorio de la Constitución chavista para destituir a un presidente a mitad de su mandato es una propuesta para aplicar aquí de Podemos, cuyos dirigentes fueron consejeros pagados con millones de dólares por el milico venezolano, y a la vez imitadores de su “socialismo del siglo XXI”.
 Este fin de semana hordas de chavistas asaltaron la Asamblea Nacional de Venezuela para evitar que se impusieran las tesis mayoritarias de los diputados que exigían la convocatoria de ese referéndum, que bloquean los tribunales chavistas bajo influencia de la presidenta del Tribunal Supremo, Gladys Gutiérrez.
 Señora que obtuvo un doctorado-exprés en la universidad de Zaragoza dirigido por el profesor podemita Francisco Palacios y calificado por dos miembros de Podemos, entre ellos, sorpresa, sorpresa, Juan Carlos Monedero.
 El referéndum revocatorio puede ser útil para alcaldes y pequeños poderes ante una mala gestión local, pero no para una administración nacional, infinitamente más compleja.
 Y mientras los chavistas asaltaba el parlamento venezolano, en España los afines a Podemos lanzaban su nuevo intento de asalto al Congreso, como en 2012, aunque finalmente habían cambiado el lema por “Rodea el Congreso”.
 Fue un “rodeo” violento. Decenas de agentes resultaron heridos por los manifestantes más brutales, mientras que los podemitas y otros agresores salieron bastante bien librados en aquellos disturbios que propiciaron la mal llamada “ley mordaza” –la habría aprobado el PSOE de estar en el poder-- para proteger a la policía de más “rodeadores”.
 Bajo el lema “Ante el Golpe de la mafia, Democracia”, vuelven llamar ahora a los mismos actos como protesta contra la abstención socialista en la investidura que hará primer ministro a Mariano Rajoy,
 Como en Caracas, estamos ante un golpe mafioso chavista y podemita contra las instituciones democráticas españolas.

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